La industria del manga y el anime en Japón sigue evolucionando. Si bien sus hits internacionales vienen de la mano de las obras más longevas y populares, como Dragon Ball, Naruto o One Piece, todos los años van apareciendo joyitas que pasan desapercibidas. Afortunadamente, este no es el caso de The Promised Neverland, una serie (me niego a llamarla simplemente "anime") que desde su concepción misma rompe con todos los estereotipos.