Con llantos, dudas existenciales sin respuesta aparente (aunque sea por el momento), y muchísima nostalgia, que viene en combo con ganas extremas de volver a ver el primer capítulo de Los Peripatéticos, Merlí (dirigida y guionada por Eduard Cortés y Héctor Lozano, respectivamente), tuvo su series finale correspondiente, al menos para quienes la seguíamos por Netflix. Llegó (y pasó volando) la tercera y última temporada de la querida y aclamada serie española llevada adelante por, a mi entender, uno de los mejores personajes de la televisión, interpretado por el increíble Francesc Orella. Y, buscando no spoilear sin dejar de expresarme con completa sinceridad, voy a decir que el final de la serie destruye el corazón.
A la mayoría de los espectadores sin duda les habrá sorprendido más que nunca ese estruendoso desenlace. Muchos de ellos lo creyeron innecesario... y hasta ahí voy, porque si avanzo no me va a quedar más remedio que contárselos. Aunque sepan de antemano que va a ser doloroso y que van a llorar hasta quedarse sin lágrimas, ¿qué mejor que verlo y sentirlo por nuestros propios medios? Merlí merece ser vista hasta el final.
En mi review de la primera y segunda temporada, les conté por dónde iba la esencia de esta maravillosa serie. Detallé los principales temas que trataba y hablé de todas las ventajas que tenía ver dichas temporadas, así como también de lo bien que la pasarían si la buscaban en Netflix. En esta tercera temporada, la mayoría de estos aspectos no se modificaron; entraron y salieron personajes, entre ellos algunos que significaron competencia para el protagonista y otros a los que se acercó mucho, mientras que sus clases no cambiaron el ritmo ni modificaron sus contenidos. Y a pesar de tener un final tan abrupto y triste, también lograron que la serie quede "redondita", muy bien cerrada y sin ánimos de hacer una temporada más (lo que resulta ideal).
¡Para siempre Merlí! |
Al terminar una historia, siempre es interesante hacer un recorrido mental de todo lo que hemos visto. Así resultó ser una serie muy educativa, informativa y didáctica, también pude encontrarle críticas que me parecieron importantes y que, a mi parecer, y por la modalidad de la misma, no podían pasarse por alto.
La primera y más importante: varios de los personajes a lo largo de la serie mantienen relaciones sexuales ocasionales e imprevistas aún en los adultos, de quienes tal vez uno como espectador espera un cierto grado de responsabilidad. Esto es algo para rescatar, lo natural que se toma el acto de hacer el amor. ¿Qué es entonces lo que noto errado? Que en ningún momento a lo largo de las tres temporadas (exceptuando una situación específica en un capítulo de la última) los personajes se preocupan por el cuidado a la hora del acto: ninguna de las partes involucradas hacen mención a algún tipo de cuidado. Comento esto más que nada considerando que la serie está dirigida en su mayoría a un público adolescente/joven, y hay mucha desinformación acerca de este tema. Hubiera sido interesante que lo hayan tenido en cuenta, siendo una serie que trabaja con tanta amplitud de contenido (muerte, mentiras, la creación del universo, la transexualidad y la homosexualidad, etc.) y aún así dejaron de lado ese aspecto que en la vida resulta tan importante, como por ejemplo la prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Sonríen porque tienen a Merlí, ¿por qué sino? |
Por supuesto que encontré más críticas (nada es perfecto), pero los dejo con la intriga. Para que, si no es esta noche, quizás otro día o dentro de algunas semanas, se acerquen a Netflix y comiencen a verla, o vean la última temporada si aún no lo han hecho. Realmente no se van a arrepentir. Incluso querrán recomendarla.
Para despedir la serie como corresponde, citaré una de las frases más célebres de Merlí Bergeron:
Que las cosas sean de una manera no significa que no puedas cambiarlas.
¡Que viva Merlí!
VEREDICTO: 9 - LA SERIE QUE TE TOCA EL ALMA
Muchas producciones de Netflix se destacan y resultan interesantes por diversos motivos, pero esta tiene un toque especial, cierta magia. Merlí Bergeron se ha convertido en mi personaje favorito en el medio audiovisual y no cesaré de recomendar esta serie, tan divertida y didáctica. Tanto si te gusta la filosofía como si no te atrae en absoluto, Merlí merece ser vista.
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