Aaaah... Netflix, Netflix. Ese maravilloso servicio de streaming que todos tenemos pero sólo la mitad abonamos (el resto utiliza nuestra contraseña). Ese plataforma que terminó de hundir nuestra vida social (¡ni que tuviéramos taaaanta previamente!). Ese listado interminable que estamos recorriendo durante cinco minutos hasta que finalmente decidimos qué ver. Ese catálogo que nos desespera porque no para de crecer y crecer y crecer semanalmente, demostrando que 48 hs. son demasiado pocas para un fin de semana.
¡Como te queremos, Netflix!