Son realmente pocos los programas de TV que hayan tratado el tema del "amor" con la honestidad que lo hizo Love, la serie creada por Judd Apatow para Netflix en el 2016. Esta tercera temporada marca el final de nuestro viaje como espectadores en las desventuras de Gus y Mickey, sin antes robarnos una sonrisa y hacernos reflexionar acerca de lo complejas que son las relaciones.
Para hacer un poco de memoria, la segunda temporada finalizaba con Mickey (la increíble Gillian Jacobs, a quien muchos conocen de Community y Girls, y una de las actrices favoritas de Apatow) volviendo a los brazos de Gus (el hiperkinético Paul Rust, que también es uno de los guionistas de la serie), luego de haber sufrido un sinfín de bajones emocionales (abstinencia, infidelidades, caprichos), tantos que incluso llegaron a hacer odioso al personaje por egoísmo extremo. Pero ella tenía que atravesar esta montaña rusa emocional para poder organizar su vida (put your shit together, girl!) y brindarse completamente al amor incondicional de Gus.
Es así como arranca esta tercera y última temporada, con Mickey disfrutando por primera vez de su trabajo y su relación de pareja. Finalmente plena, y con sus adicciones bajo control, será de apoyo fundamental para Gus, quien todavía tiene varios issues por resolver. Descontento con su trabajo como profesor en el set de filmación e inseguro por su rol dentro de una relación que cambió de dinámica (ahora es él quien necesita contención), Gus deberá encontrar su verdadera vocación para sentirse a la par de su amada.
Es así como arranca esta tercera y última temporada, con Mickey disfrutando por primera vez de su trabajo y su relación de pareja. Finalmente plena, y con sus adicciones bajo control, será de apoyo fundamental para Gus, quien todavía tiene varios issues por resolver. Descontento con su trabajo como profesor en el set de filmación e inseguro por su rol dentro de una relación que cambió de dinámica (ahora es él quien necesita contención), Gus deberá encontrar su verdadera vocación para sentirse a la par de su amada.
Mickey y Gus: hasta cuando están tristes son lindos. |
Pero esta temporada no solo recae en sus dos protagonistas, sino que también va a cerrar las historias periféricas que había dejado abiertas, dedicándole bastantes minutos a "los amigos". Es así como los escritores pueden darle descanso a la trama principal y expandir un poco más el universo ideado por Apatow.
Por supuesto está Bertie (Claudia O'Doherty), la adorable roommate australiana de Mickey, quien vive insatisfecha con su vida y con su novio Randy (Mike Mitchell), que no para de esforzarse por hacer absolutamente todo mal (tanto que pasa de ser un "perdedor simpático" a un tipo insoportable; ¡ponete a laburar, gordo!). Bertie también atraviesa por una etapa de dudas, y gran parte de ello tiene que ver con el amigo y vecino de Gus, Chris (Chris Czajkowski).
No solo los adultos van a pasar por muchos cambios: Arya (la talentosísima Iris Apatow, hija mayor del productor, y cada día más parecida a su bella madre Leslie Mann, de This is 40) va a tener que lidiar con sus nuevos compañeros de elenco en la rebooteada serie que protagoniza, "Witchita".
No solo los adultos van a pasar por muchos cambios: Arya (la talentosísima Iris Apatow, hija mayor del productor, y cada día más parecida a su bella madre Leslie Mann, de This is 40) va a tener que lidiar con sus nuevos compañeros de elenco en la rebooteada serie que protagoniza, "Witchita".
Randy se manda todas las cagadas que te puedas imaginar. |
Decir que Love es la clásica historia de un amor poco probable en la vida real, donde la chica linda se enamora del nerd, sería minimizar la serie sin haber entendido el trasfondo de sus personajes, quienes -rodeados de situaciones graciosas- atraviesan por penas y miserias dignas de cualquiera de nosotros (que, a diferencia de ellos, no tenemos la suerte de vivir en Los Angeles). Love es la historia de dos personas encontrándose, conociéndose y enamorándose el uno del otro, sin ningún tipo de caretas, mostrándose tal cual como son, y cargando con la mochila que cualquier adulto lleva consigo.
Por eso este desenlace es tan perfecto. La tercera temporada se siente como un verdadero tercer acto, y cada vez que veas a Gus y Mickey juntos vas a sentir una extraña melancolía, sabiendo que este relato de amor milennial llega a su fin.
Por eso este desenlace es tan perfecto. La tercera temporada se siente como un verdadero tercer acto, y cada vez que veas a Gus y Mickey juntos vas a sentir una extraña melancolía, sabiendo que este relato de amor milennial llega a su fin.
Bertie es la MVP de la tercera temporada, llenando de brillo la pantalla. |
Lo bueno es que, siempre que tengas uno de esos días malos, podés volver a verlos. Podés volver a recurrir a cualquiera de esos capítulos tan bien pensados, y que te hacen dar cuenta que todos en algún momento atravesamos por las mismas penas, y todos somos capaces de superarlas.
Adiós a Mickey y su traje de baño naranja. Adiós a Gus y su Ford Pryus. Realmente los vamos a extrañar.
Adiós a Mickey y su traje de baño naranja. Adiós a Gus y su Ford Pryus. Realmente los vamos a extrañar.
VEREDICTO: 10 - TE QUEREMOS, JUDD, TE QUEREMOS
Sin lugar a dudas, la primera serie que recomiendo a todo aquel que se inicia en el mundo de Netflix es Love. Judd Apatow nos trae una vez más una pareja de personajes que se destacan por su calidez y por ser "simples" humanos llenos de defectos. Todos los elementos que rodean a los protagonistas se vuelven importantes (Los Angeles es un personaje más) y convierten a esta serie en un clásico moderno. Les recomiendo mirarla con calma, no se la "gasten" de una porque esta historia termina acá.
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