A los 80 años, falleció Neal Adams

No hay otra manera de decirlo, así que ahí va: a sus 80 años de edad, falleció el legendario artista/escritor/editor Neal Adams.

La noticia fue confirmada a The Hollywood Reporter por su esposa, Marilyn Adams. El deceso se produjo por complicaciones derivadas de una septicemia o sepsis (según nos informa debidamente Google, una "infección grave y generalizada de todo el organismo debida a la existencia de un foco infeccioso en el interior del cuerpo del cual pasan gérmenes patógenos a la sangre").

Nacido en New York el 15 de junio de 1941, Adams comenzó dibujando para Archie Comics en 1960, bajo la tutela del editor Joe Simon, co-creador del Capitán América junto a Jack Kirby. Habiendo sido rechazado previamente por DC Comics, volvió a probar suerte en 1967, cuando fue finalmente fue aceptado y asignado para ilustrar cómics de guerra.

Dibuje, maestro, dibuje.

Pero  realmente comenzó a dejar su huella en la industria recién entre 1967-1969, cuando obtuvo su primer éxito como dibujante de Deadman, uno de los personajes con los que sería íntimamente vinculado por el resto de su carrera. Algo que a el le encanta, por cierto.

En una entrevista concedida a ComicBook.com, Neal había expresado su especial afecto por el personaje.

Deadman es, de una manera extraña, el número uno. Deadman, no llegué a terminar la historia. Cuando hice Deadman... no le conté a nadie el resto de la historia. Todo lo que hicimos fue presentar al personaje. Nadie sabe quién es Deadman y cuáles son sus relaciones y lo que pasa con él y su verdadera historia. Sólo tienes que ver el principio. Así que cuando terminé, otras personas lo retomaron. Empezaron a hacer 'Las Aventuras de Deadman', como cualquier otro superhéroe de cómic... pero no, no se trata de eso Se trata de Deadman. Tiene una historia que contar, y está muerto.

A partir de 1970, bajo la dirección del editor Archie Goodwin, Adams y (el también legendario escritor) Dennis O'Neil revitalizarían por completo a Batman y su galería de villanos, volviendo a la concepción original del personaje ideada por Bill Finger y Bob Kane. Diametralmente opuesto a la versión campechana y risueña que (gracias al éxito de la serie televisiva de Adam West) había definido los cómics del Hombre Murciélago en los últimos años, el Batman ilustrado por Adams era mucho mas realista, dinámico y muscular, y sus historias más adultas. Su Batman no era El Encapotado. Era el Caballero Oscuro.

Juntos, Adams y O'Neil convirtieron al Joker en el maníaco homicida que conocemos en la actualidad (en prácticamente todas sus variaciones e interpretaciones), y crearon a villanos emblemáticos que perduran hasta el día de hoy, como Rha's al Ghul, su hija Talia al Ghul, y Man-Bat.

   

Durante un panel en la San Diego Comic-Con de 2010, contó sobre esa etapa:

No era ningún secreto que estábamos haciendo bien a Batman. Era como si el recuerdo de DC Comics fuera de la mano de las declaraciones que tanto Denny como yo hacíamos, de que queremos que sea más realista, más descarnado. Y así es como recordamos -sea cierto o no- que debe ser Batman. Y cuando lo hicimos, todo el mundo dijo, 'Ah, eso es. Ya no necesitamos la comedia'.

La aclamada dupla volvió a repetir el éxito con su inolvidable etapa al frente de Green Lantern / Green Arrow, la rebautizada serie regular en la que Hal Jordan pasó a compartir protagonismo con un anti-sistema Oliver Queen, en un road trip en el que ambos héroes recorrían el país en busca del "verdadero" espíritu norteamericano en una nación aún sacudida por la guerra de Vietnam y el asesinato de JFK.

Adams y O'Neil trataron allí temas que jamás se habían visto de manera directa en un cómic comercial, como la desigualdad social, el racismo, la pobreza, las sectas religiosas, las corporaciones, y la adicción a las drogas (la portada de Green Lantern / Green Arrow N° 85, en la que Oliver descubría que su pupilo Roy Harper / Speedy era adicto a la heroína, se convirtió en una de las imágenes más icónicas y homenajeadas en la historia del medio).

Durante fines de los '60 y principios de los '70s, Adams tambien trabajó para Marvel Comics, participando en títulos como Inhumans, X-Men y Avengers, donde ilustró algunas de las historias más clásicas de dicho equipo, como "The Kree-Skrull War". En 1972, Neal se dedicó a la ilustración publicitaria, pero ocasionalmente regresó a DC, en particular ilustrando el inolvidable enfrentamiento entre Superman y Muhammad Ali en 1978, así como nuevas miniseries de Batman y Superman en 2012 y 2016. 

La verdadera pelea del siglo.

Pero más allá de su legado artístico, Adams jugó un rol FUNDAMENTAL en la industria al ser uno de los primeros y más energicos defensores por los derechos de los escritores y artistas, luchando para que tengan un mayor reconocimiento por parte de las editoriales. Quizá el ejemplo más notorio de su papel fue cuando se impuso como defensor de Jerry Siegel y Joe Shuster, los creadores de Superman. Cuando se enteró de la difícil situación económica de ambos, y de que ni siquiera les permitían el ingreso a un musical de Broadway en el que aparecía el Hombre de Acero, Adams encabezó una fuerte presión para que la editorial no solo reconociera al equipo creativo en cada publicación y aparición del personaje en los distintos medios, sino que además consiguió una justa y merecida pensión para ambos. ¿Esa etiqueta que aparece en cada cómic de Superman, con el texto "Creado por Jerry Siegel & Joe Shuster"? Fue gracias a Adams.

También ayudó a modificar la práctica de que los editores de cómics se quedaran con el arte original de los artistas o incluso lo desecharan y trituraran, influyendo en las editoriales para que se establezcan políticas de devolución del arte original, algo que permitía a los artistas disfrutar de una segunda fuente de ingresos. Fue gracias a su intervención que Marvel Comics le devolvió páginas originales a Jack Kirby, co-creador de Los Cuatro Fantásticos, Thor, X-Men y Hulk, entre muchos otros.

En un comunicado publicado por The Hollywood Reporter, Josh Adams, su hijo, declaró:

No fue hasta que me senté en las mesas de las convenciones junto a la misma gente que veía tratar a mi padre con tanta reverencia que lo entendí: él también era su padre. La cualidad más innegable de Neal Adams era la que yo había conocido de él toda mi vida: era un padre. No sólo mi padre, sino un padre para todos los que llegaran a conocerlo.

Mi padre era una fuerza. Su carrera se definió por un talento artístico sin parangón y un carácter inquebrantable que le llevó a luchar constantemente por sus compañeros y por los más necesitados. Llegó a ser conocido en la industria del cómic como uno de los creadores más influyentes de todos los tiempos y defensor de los derechos sociales y de los creadores. Cuando veía un problema, no dudaba. Lo que se convertiría en historias contadas y recontadas de las luchas que libró nacieron de que mi padre simplemente vio algo malo mientras caminaba por los pasillos de Marvel o DC y decidió hacer algo al respecto en ese mismo momento.

Como era de esperar, los homenajes no se hicieron esperar en las redes, comenzando por publicaciones en las cuentas oficiales de DC...

El panorama del cómic moderno no sería lo que es hoy sin el incomparable trabajo de Neal Adams. Neal retrató a los héroes como súper y humanos en igual medida. Su trabajo en Batman, Green Lantern y muchos otros fue revolucionario. DC se une al mundo para lamentar su pérdida.

Y Marvel.

Marvel se entristece al saber que el artista Neal Adams ha fallecido. El estilo fotorrealista de Neal ayudó a dar forma al Universo Marvel y más allá, inspirando a generaciones de artistas del cómic mientras defendía su tutoría y crecimiento. Nuestros pensamientos están con su familia y sus seres queridos en este momento.

El escritor y editor Roy Thomas, principal colaborador de Adams durante su estadía en la Casa de las Ideas, publicó un sentido texto en su cuenta de Facebook:

Hoy me ha entristecido profundamente saber que mi viejo colega Neal Adams ha fallecido. Neal fue uno de los pocos grandes artistas de cómics de los años '60... o, podría decirse, de cualquier década. Su trabajo, primero en Deadman y Spectre, y luego en Batman, los X-Men, los Avengers y los Inhumans en DC y Marvel, amplió el abanico de lo que podía esperarse en el arte del cómic, ya que combinó la floritura de reyes de la acción como Jack Kirby con el enfoque más realista de maestros como Reed Crandall y otros. Realismo, romanticismo, dinamismo... Neal tenía un carcaj lleno, que nunca se quedaba vacío de nuevas flechas para asombrarnos y maravillarnos.

Trabajé con él de forma intermitente durante varios años, desde finales de la década de 1960 hasta mediados de la de 1970, y me pareció una inspiración (en términos de talento) y un reto (en términos de plazos) para trabajar. A menudo teníamos problemas, de vez en cuando 'teníamos palabras', pero creo que siempre nos respetamos mutuamente. Una tarde de finales de 1972, cuando me encontraba en un momento bajo de mi vida personal, ya que mi primera esposa se había marchado ese mismo día, le mencioné mi situación a Neal en una llamada telefónica (he olvidado quién de los dos llamó al otro), y él estaba allí 15 minutos más tarde en taxi, brindándome su amistad y un consuelo que siempre he recordado y apreciado, a pesar de los días más oscuros que se interpusieron entre nosotros hace sólo dos o tres años  [aquí se refiere a la disputa pública que hubo entre ambos sobre los créditos de quién hizo qué cosa ante el éxito de las películas del MCU]. Algunas cosas -muchas cosas, en realidad- son más grandes que los cómics y los nebulosos créditos correspondientes. Y me gusta pensar que la relación entre Neal y yo era una de esas cosas.

Se lo echará de menos, seguro. ¿Cómo podría no hacerlo? Después de todo, era un poco más grande que la vida, casi una fuerza de la naturaleza. Sin embargo, en otro sentido, será difícil echarlo de menos, porque seguirá aquí, con sus obras de arte reimpresas sin cesar y merecidamente, y su influencia irradiando directa e indirectamente para afectar a las nuevas generaciones. Creo que él lo sabía, y por eso no puedo dejar de creer que llegó a su fin como un hombre realizado. Ninguno de nosotros puede pedirle más a la vida.

Otros que se sumaron a los homenajes fue Jim Lee, Alex Ross, Joe Quesada, Gail Simone, Tom King, Scott Snyder, Jock, Bryan Hitch, Rob Liefeld, Jimmy Palmiotti, James Gunn, y muchos más, todos ellos influenciados por uno de los verdaderos grandes de la industria, frente y delante del tablero de dibujo. Créannos que hay muchísimo pero muchísimo más para hablar de la vida y obra de Neal Adams, y del legado que deja desde su arte y desde su lucha. Los invito de corazón a leer otras notas y conocer su historia en profundidad.

Tuve la oportunidad de verlo en persona durante un panel de Batman en la CCXP de Brasil, en 2019. Y cada declaración que daba en el escenario eran las palabras de alguien que conocía el medio de punta a punta, y que (aún trabajando para las dos grandes editoriales) no se comía ni una. Cada vez que terminaba una de sus frases punzantes, con esa mueca socarrona típica de alguien que sabe de lo que está hablando, se llevaba todos los aplausos. Y los disfrutaba. Los disfrutaba a pleno.

Hasta ayer me arrepentía de haberlo cruzado por sorpresa en uno de los pasillos del sector de prensa, y no haber tenido a mano uno de los cómics que había llevado para que firme. Luego, en la vorágine del evento (la CCXP no te da respiro), no pude encontrar el tiempo suficiente para visitar su mesa.

Hoy me arrepiento aún más.

Adiós, Neal. Gracias por tanto.

Para la mejor información, sigan en La Cuarta Pared.