Review: IT 2

En el 2017, de la mano del director argentino Andy Muschietti y producida por su hermana Barbara Muschietti, IT llegaba a los cines de todo el mundo. Con un presupuesto relativamente moderado, pero apoyada tanto por el material original (que consta de la extensa novela de Stephen King de 1986 y de su adaptación en formato de miniserie televisiva en 1990) como por el descomunal suceso de Stranger Things (con su nostalgia ochentosa), la adaptación lograba un éxito sin precedentes para un film de terror. Esto dio lugar a que Warner Bros. Pictures le diera total libertad creativa a sus realizadores para traer nuevamente al macabro Pennywise de una manera totalmente grandilocuente.

IT: Chapter Two (o simplemente IT 2 en Latinoamérica) comienza repasando el final de la primera entrega. Luego de derrotar al "payaso" (a esta altura no hace falta aclarar que es una entidad sobrenatural que toma esa forma) Pennywise, nuevamente en la piel de Bill Skarsgård, los chicos del Club de los Perdedores se separan para continuar con sus vidas lejos de su pueblo natal, Derry, no sin antes jurar que regresarán si dicha criatura vuelve a aparecer.

Cuando, 27 años después, una serie de violentos asesinatos y desapariciones comienzan a repetirse, un adulto y obsesionado Mike (Isaiah Mustafa), el único que aún vive en el pueblo, decide reunir al viejo grupo llamándolos uno por uno.

Bill Skarsgard se consagra como Eso,
al mismo tiempo que deja sin empleo a miles de payasos alrededor del mundo.

Andy Muschietti nos ofrece una verdadera película de aventuras (les voy a ser sincero, IT 2 no da  mucho miedo), un tanto ambiciosa en su duración de 2 hs. y 45 min. (aunque teniendo en cuenta que el corte original era de 4 hs., no parece taaan extensa), repleta de humor, que hace uso de todos los avances en CGI de manera gloriosa. Sin llegar a ser tan emotiva como su predecesora, la secuela no falla a la hora de entretener al espectador, sobre todo gracias al excelente reparto (tal vez uno de los mejores que haya visto en los últimos años en un film del género), brindándole un cierre totalmente satisfactorio a la historia.

Si bien el primer acto es un tanto vertiginoso (la edición parece a cargo de Zack Snyder), es esencial para presentarnos a los personajes adultos, los cuales tienen una química instantánea desde el momento que se encuentran. Todas las encarnaciones cuarentonas del Club de Perdedores son una maravilla, y sorprende ver lo mucho que se parecen físicamente a sus versiones púberes: Bill (James McAvoy), Beverly (Jessica Chastain), Richie (Bill Hader, ¡te amamos!), Eddie (James Ransone), Mike (Isaiah Mustafa), Ben (Jay Ryan), y Stanley (Andy Bean) conquistan al público de inmediato con su carisma. La escena del reencuentro en el restaurant chino les va a sacar más de una sonrisa y, tal vez, sea el momento ideal donde la secuela encuentra ese "alma" que tenía la primera parte, la cual estaba repleta del espíritu del "coming of age" (como tanto le gusta decir a los norteamericanos).

Bill Hader (el MVP de la secuela) fue el primero en pedir que le armen la viandita para llevar.

Luego de esto, la película parece dilatarse un poco, debido a una necesidad de desarrollo del guión. ALERTA SPOILERS: cada uno de Los Perdedores debe recuperar "algo" de su propio pasado, para poder vencer de una vez por todas al maldito payaso. Al ser tantos personajes, estas misiones individuales, cual sidequests de un videojuego, ralentizan (solo un poco) el ritmo del film, pero aún así nos regalan grandes escenas (¡la vieja, la vieja!) y alguna que otra revelación. Así es como, mediante el uso de flashbacks que poseen unas transiciones perfectamente realizadas (punto para edición y montaje), llega el momento del cast ya-no-tan infantil: Bill (Jaeden Martel), Beverly (Sophia Lillis), Richie (Finn Wolfhard), Eddie (Jack Dylan Grazer), Ben (Jeremy Ray Taylor), Mike (Chozen Jacobs) y Stanley (Wyatt Oleff).

Hace tan solo unas semanas nos enteramos que todos los chicos debieron pasar por un  proceso de "rejuvenecimiento digital", ya que sus aspectos físicos cambiaron bastante en los dos años que transcurrieron desde el primer film (sobre todo Finn Wolfhard, que cada vez está más alto y peludo, si sigue así va a terminar convertido en Chewbacca). Nunca se van a dar cuenta de esto, a diferencia de cierto bigote borrado digitalmente...

Reflejos del pasado.

Una vez resueltas estas "misiones", comienza el espectacular tercer acto, el cual no deja respiro ni en ritmo ni en lo soberbio de sus escenas. La batalla final (sí, ¡claro que hay una batalla final!) es una fiesta para los sentidos, y Muschietti vuelve a demostrar que está para grandes cosas (grandes como The Flash, Robotech, o Attack On Titan). Es tanta la confianza que Warner le tiene, que hasta se da el lujo de poner un par de referencias bien argentinas en primer plano, y nadie se lo va a objetar. No quiero ahondar mucho en lo que sucede, pero van a notar el cuidado en el detalle que tiene el cierre de IT 2.

Lo único que se siente algo fuera de lugar es la subtrama dedicada a Henry Bowers (Teach Grant), la cual fue reducida a tan solo unos incoherentes minutos debido a estudios de marketing; su historia simplemente no resultaba tan interesante para aquellos que pudieron ver las proyecciones de prueba. Ah, y también una escena donde la selección musical es tan pero tan descolocada en el contexto, y tan breve, que casi parece un error de edición que un futuro desempleado pasó por alto (hablando con otras personas que también asistieron a la función privada para la prensa, todos tuvieron la sensación de "¿Qué carajos fue eso?").

Cuarentones y "perdedores"... aunque casi todos se volvieron exitosos y hasta millonarios
(dentro y fuera de la pantalla).

En síntesis, IT 2 es una película que se pasa volando (a pesar de su duración), que te divierte de principio a fin, pero que en definitiva no produce terror, pero sí habla de ellos y los expone. Este es un film que trata sobre los miedos, sobre las relaciones humanas. Trata de cómo lidiar con toda esa mierda que llevamos dentro, de cómo nos afectan aquellas cosas (y personas) que dejamos ir, que reprimimos, evitamos, y de las cuales huimos. Todo esto, claro está, coronado con la imagen de un payaso diabólico materializándose en todas esas cargas emocionales y de todas las formas posibles, cual Freddy Krueger en sus años de gloria.

Pero ante todas estas dificultades, esta historia nos deja una enseñanza: no estamos solos, ni siquiera cuando parece que lo estamos. Y ahí reside nuestro poder.

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VEREDICTO:  8 - hITazo

IT 2 es una oda a la amistad y a cómo los lazos que creamos en nuestra infancia nos acompañan toda nuestra vida (al igual que los miedos). Bill Skarsgård termina de consagrarse con su perturbadora interpretación del payaso bailarín, y la química del elenco tanto juvenil como adulto le dan vida a esta segunda parte, que tranquilamente pudo haber estado dividida para formar una trilogía.
Si bien la película no tiene escenas donde el público verdaderamente se asuste, las situaciones de "terror" abundan. No se la pierdan en el cine, todo el último acto es la gloria.
Y no podemos dejar de aplaudir de pie a Andy Muschietti, que nos hace sentir orgullosos de ser argentinos.