De la escuela de Dario Argento y el cine giallo con su gore estilizado, sumado a su sello distintivo que le dio un Oscar, el director Luca Guadagnino se le anima a la remake de un clásico de clásicos: Suspiria. La búsqueda de la perfección, la pasión latente por concretar un sueño, y cómo la suma de todos esos elementos puede quitarte peligrosamente la capacidad de decir "basta".
La tarea de hacer una remake de la obra de un director reconocido no es nada fácil, sobre todo utilizando actrices reconocidas por otro tipo de roles y ubicándolas en el contexto demandado por la historia. Suspiria se desarrolla en una Alemania con muro todavía presente (literalmente frente a la academia de danza donde transcurre la trama) y es sumamente oscura desde el principio. Un gran talento de Guadagnino es la creación de un constante clima de tensión que se corta con cuchillo, no dando respiro durante las dos horas y media que dura el film.
Susie (muy bien interpretada por Dakota Johnson) es una bailarina neoyorkina que quiere formarse en la academia de danza más prestigiosa de Alemania, dirigida por la talentosa e implacable Madame Blanc (si ya estaba comprobadísimo el talento de Tilda Swinton, todavía no han visto nada). Dentro de este agobiante entorno, nuestra protagonista va a ir ganándose un lugar dentro de la academia, un lugar sumamente deseado por todo el grupo de talentosas bailarinas allí dentro. Pero... ¿es un lugar seguro? ¿Qué hay detrás de la fachada de esta academia? ¿Quienés son el grupo de mujeres a cargo y qué traman?
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| Definitivamente no es la escuela de Laura Fidalgo. |
El cast es sin dudas estelar, con interpretaciones de gran calidad que enaltecen la propuesta del film. Como si un director ganador del Oscar no fuera suficiente (Call Me By Your Name, 2017), junto a Johnson y Swinton se encuentran Chloë Grace Moretz como Patricia y Jessica Harper, protagonista de la cinta original que sirve de deleite para los fanáticos melancólicos.
Un genial dato de color es que, con varias incógnitas y chistes de por medio, se confirmó que Tilda Swinton interpreta a tres personajes en el film; dos de ellos bajo el pseudónimo de Lutz Ebersdorf. Esta gran actriz se pone así en los zapatos de Madame Blanc, el Dr. Josef Klemperer y Helena Markos. Genia total.
No obstante, el maestro Dario Argento no estuvo muy contento con esta visita a su material, indicando que el film "traicionó" la esencia de su obra. Los créditos fueron para él, pero aparentemente no fue muy consultado durante la producción del proyecto. No hace falta ver mucho material para darse cuenta que la Suspiria original sufrió un poco el pasar del tiempo, teniendo hoy un tono mucho más Clase B y bizarro, cuasi-cómico, lo que en comparación con esta versión 2018 hace que la diferencia entre ambas sea más que notoria. La remake de Guadagnino se acerca mucho más a la filmografía del director danés Lars Von Trier, a algo como Antichrist (2009), con un clima asfixiante y un tono sumamente macabro y lúgubre; con personajes que van cayendo en un espiral de desesperación y dolor, llegando a un clímax explosivo que estalla por todos lados.
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| Dakota la va a pasar mal. Muy mal. |
Otro punto a destacar es que, como resultado de este cambio tonal, Suspiria no es del todo recomendable para aquellos fans "flojitos de estómago". Con buenos efectos especiales, tanto digitales como prácticos (gracias a un logrado maquillaje), hay escenas que son realmente difíciles de digerir, con un alto contenido de violencia gráfica e imágenes impactantes y perturbadoras. El espectador queda en un lugar de sensibilidad extrema, por momentos sujetándose a la butaca tan solo con meras insinuaciones de ciertas acciones. Estas escenas visualmente intensas van acompañadas de secuencias de pesadilla: imágenes oníricas espantosas, similares a las de The Ring, que por momentos inundan la pantalla con planos aberrantes.
En definitiva, con sus elementos en común y sus notables diferencias, Luca Guadagnino logró crear una remake bastante más terrorífica que la entrega original de 1977. Y eso no es poco.
En definitiva, con sus elementos en común y sus notables diferencias, Luca Guadagnino logró crear una remake bastante más terrorífica que la entrega original de 1977. Y eso no es poco.
VEREDICTO: 8.5 - DANZA CON EL TERROR
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