American Gods es una serie que muchísima, pero muchísima más gente debería haber visto en 2017. Lamentablemente para nosotros, en los EE.UU. debutó en la pantalla de Starz, una cadena de cable que acá no la conoce nadie y tampoco tiene ningún representante regional como sí ocurre con AMC o FX, por ejemplo, que si alguna producción no llega "oficialmente", tiene muchas chances de ser adquirida por otro canal (recuerdo que Penny Dreadful, producción original de Showtime, era transmitida por HBO para Latinoamérica). Ya estamos muy (mal)acostumbrados a darle nuestra atención solo a lo que proviene de Netflix, sin importar mucho si es un producto al que vale la pena dedicarle tiempo o si es una japonesa doblando ropa y guardándola en cajas (no me hagan arrancar con ese tema, por favor...).
Pero aquellos que sí vimos la adaptación del bestseller escrito por Neil Gaiman en 2001, nos encontramos con una serie fascinante. American Gods relata el enfrentamiento entre los Dioses antiguos de diversas mitologías y civilizaciones (algunas ampliamente conocidas, otras no tanto) que, luego de haber sido "traídos" a América mediante la llegada de sus creyentes (sean ellos vikingos, irlandeses o africanos), fueron paulatinamente olvidados y descartados con el correr de las décadas, y el panteón de Nuevos Dioses propios de la civilización moderna; entes a quienes "adoramos" en nuestra vida cotidiana, como los medios de comunicación, internet, la globalización, el capitalismo, la fama o las drogas. Gaiman (quien es casi una deidad en sí mismo, especialmente para aquellos que hemos leído sus cómics) es un experto a la hora de entrelazar distintas mitologías con historias más humanas, más terrenales, poniéndonos así en la piel de Shadow Moon, un ex-convicto que se ve involucrado con todos estos dioses en un road trip a lo largo y a lo ancho de USA.
La serie resultó ser un espectáculo visual de primerísima línea, con una fotografía impecable (especialmente en los flashbacks históricos y las escenas de tinte onírico) y personajes que no se parecen en nada a lo que hayan visto en su estreno favorito de la semana. La adaptación se toma sus libertades creativas en el traslado a la pantalla chica (como bien debería hacer toda adaptación), dándole un papel mucho más importante a algunos personajes, creando otros desde cero, modificando algunos eventos, pero siempre manteniendo intacta la esencia de la novela original. Cuando American Gods realmente traslada el material literario, lo hace a la perfección, tal cual uno se lo imaginó mientras leía las palabras de Gaiman. Por momentos el ritmo narrativo es algo lento y tarda un poco en "arrancar" (algo que ya ocurría en la novela), pero al finalizar el octavo episodio, van a estar totalmente atrapados con la trama gracias a un final que resulta íntimo y épico en simultáneo.
Algo viejo, algo nuevo, algo prestado (nos faltó lo azul). |
Pero si era tan buena... ¿a qué se debió entonces este demorado regreso, casi dos años después del season finale? En resumidas cuentas, los problemas tras las cámaras comenzaron cuando ambos showrunners, Michael Green (Blade Runner 2049, Logan) y Bryan Fuller (Star Trek Discovery, Hannibal), abandonaron la serie por "diferencias creativas" con Starz antes de comenzar el rodaje de la segunda temporada (se dijo que el canal les limitó el presupuesto y ellos pegaron el portazo). Jesse Alexander y el propio Gaiman debieron ocupar las sillas vacías, pero al poco tiempo Alexander también abandonó la serie y todo volvió a retrasarse. Por momentos hasta estuvo en duda que la filmación llegue a completarse, pero por suerte la situación fue acomodándose y aquí estamos.
La sinopsis oficial nos pone al tanto de la situación de nuestros protagonistas:
La batalla entre los Dioses antiguos y los nuevos continúa al unirnos con Mr. Wednesday a pocas horas de su declaración de guerra, y el enfrentamiento épico en la fiesta de Pascua. Mientras World planea vengarse por el ataque de Wednesday, éste continúa su búsqueda para presentar el caso de la guerra a los Dioses antiguos junto con Shadow, Laura y Mad Sweeney.
Como verán, la acción retoma casi de manera inmediata luego del season finale en 2017, con Wednesday y Shadow llegando a House on the Rock para reunirse con el resto de los Dioses antiguos y convencerlos de su plan de ataque.
Mejor véanlo ustedes mismos:
Mejor véanlo ustedes mismos:
A excepción de Gillian Anderson (que interpretó a Media de manera increíble) y Kristin Chenoweth (Pascua), quienes habrían abandonado la serie por los diversos conflictos ya mencionados, vuelve todo el elenco principal de la primera temporada: Ricky Whittle (The 100, Nappily Ever After) como Shadow Moon; Ian McShane (John Wick, Deadwood) como Mr. Wednesday; Emily Browning (Lemony Snicket's A Series of Unfortunate Events, Sucker Punch) como Laura Moon; Pablo Schreiber (Den of Thieves, Orange is the New Black) como Mad Sweeny; Orlando Jones (Sleepy Hollow, Evolution) como Mr. Nancy; Yetide Badaki (This is Us) como Bilquis; Bruce Langley (Deadly Waters) como Technical Boy; Peter Stormare (Fargo, Armageddon) como Czernobog; y Crispin Glover (Alice in Wonderland, Back to the Future) como Mr. World. Las incorporaciones vienen de la mano de Sakina Jaffrey (House of Cards, The Blacklist) como Mama-ji, la diosa hindú devenida en camarera; Dean Winters (Brooklyn Nine-Nine, Divorce) como Mr. Town; Devery Jacobs (Cardinal, The Order) como Sam Black Crow; y Kahyun Kim (Adam Ruins Everything, Shameless) como la nueva Media.
Shadow sacrificándose por el equipo. |
American Gods vuelve, esta vez disponible en la pantalla de Amazon Prime Video, el 10 de marzo. Ojalá tenga mejor suerte y mucho más gente la descubra. Por cierto, este año también llegará a Amazon Prime la adaptación de Good Omens, otra gran novela escrita por Neil Gaiman (en esta ocasión junto a su gran amigo Terry Pratchett). Así que, si son fans del semidios británico, ya saben hacia dónde dirigir vuestra atención...
Además de La Cuarta Pared, claro. Siempre sigan leyendo La Cuarta Pared.
0 comentarios:
Publicar un comentario