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la cuarta pared

miércoles, 19 de diciembre de 2018

Review: NO TE PREOCUPES, NO IRÁ LEJOS


By on 11:19 p.m.



It's the most wonderful time of the yeeeear. Me refiero por supuesto a la temporada de premiaciones, cuando todas las posibles candidatas al premio mayor de la industria cinematográfica se estrenan una detrás de la otra luchando por nuestros corazones y nuestro dinero. A medida que nos acercamos a la ceremonia del Oscar, el próximo 24 de febrero, las favoritas ya se están perfilando. Como suele ocurrir, varias buenas películas, algunas excelentes, se quedan a mitad de camino, lo cual es una pena. También varias que nunca tuvieron una chance, por más que lo intentaron.

Lamentablemente, No Te Preocupes, No Irá Lejos (título original: Don't Worry, He Won't Get Far on Foot) es de estas últimas. Hay un director talentoso y un elenco formidable, contando una historia basada en hechos reales, no en busca de estatuillas sino con sinceridad y nobleza. Pero el resultado final es ligero, olvidable, y tan sencillo en sus intenciones que sus logros se pierden en la luz del proyector.

"Una cerveza voy a tomar, una cerveza quiero tomar y así..."-- no, no, así no:
Jonah Hill ayuda a Joaquin Phoenix a dejar el alcohol en No Te Preocupes, No Irá Lejos

Joaquin Phoenix interpreta a John Callahan, un joven de Portland, Oregon, con muchos problemas: es adicto al alcohol, no tiene amigos, su madre biológica lo abandonó al nacer, está peleado con su familia adoptiva y, básicamente, carece de propósito en su vida. Entonces tiene un accidente automovilístIco en el que queda cuadripléjico. Ahí empiezan a pasarle cosas buenas: conoce a Donny (Jonah Hill), un ex-adicto que se convierte en su "padrino", y a Annu (Rooney Mara), una azafata de la cual se enamora.

También adopta un nuevo pasatiempo: dibujar tiras cómicas de mal gusto. Aunque esta es la razón por la que Callahan es moderadamente conocido, el director y escritor Gus Van Sant (Milk, Good Will Hunting) trata de enfocarse en todos los aspectos de la vida de su protagonista pero no logra ahondar en ninguno. Es por ello que el filme se siente fuera de forma, mal estructurado y editado incómodamente. Y en el camino quedan las actuaciones, sólidas como era de esperarse, de todo el elenco (en especial las de Phoenix y Hill).

Jack Black también aparece y en esta escena le cuenta a Phoenix que el título del film
proviene de una tira cómica de Callahan y que la traducción arruina el chiste por completo.

Quiero mencionar la polémica alrededor del film por el hecho de que Callahan sea interpretado por un actor no discapacitado. Ya sé lo que van a decir: que es poco práctico, que hay escenas que ocurren antes de su accidente, que Joaquin Phoenix es un actor del re carajo, etc. Todo eso es cierto. Pero también es cierto que nos debemos una conversación abierta sobre cómo la gente discapacitada es representada en el cine, cómo casi siempre es utilizada para inspirar a un público sin discapacidad y cómo casi nunca es interpretada por actores y actrices con las condiciones físicas apropiadas.

Hay una escena cerca del final que es excelente: Donny le dice a Callahan que, por más que se esfuerce y por más progreso que haga, siempre existirá un poco de dolor dentro de él. Este es un poderoso mensaje que se diluye entre el bodrio del resto del filme. Si quieren hacerse pasarla bien, googleen "John Callahan" en Imágenes. Sus trazos son crudos y el humor chocante, pero más de uno les sacará una sonrisa. Ese es un mejor homenaje que esta película.



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No te Preocupes, No Irá Lejos resulta ser una decepción: una gran película en potencia que se queda a mitad de camino, a pesar de la sinceridad del director y la energía del elenco. Recomendada para aquellos que busquen sentirse bien consigo mismo, siempre y cuando sepan ignorar que la mayoría de las salas no tienen acceso para gente en silla de ruedas.


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