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la cuarta pared

martes, 9 de enero de 2018

Review: COCO


By on 9:27 p.m.



A esta altura, ya no tengo por qué tenerle esperanzas a Pixar. Tengo veintitrés años, prácticamente crecí con sus películas, y observé con horror cómo el sueño moría con Cars 2 (despreocúpense, no volveré a referirme a ella durante esta review). Si bien admiré Intensa-Mente, no fue suficiente para devolverme esa fe ciega de la niñez. Obviamente, ni Cars 3 ni Buscando a Dory son tan buenas como esa. Y por último no olvidemos que John Lasseter dejó la empresa hace poco para evitar uno de los (lamentablemente) ya muy comunes escándalos de toqueteo.

Así que yendo a ver Coco, la nueva obra del estudio de la lamparita, no tenía motivos para ilusionarme de más. Esto a pesar de las críticas del exterior altamente positivas, y las noticias del éxito fulminante que tuvo en México. Coco comienza con la historia de la familia Rivera, relatada por el miembro más joven del clan, Miguel, el protagonista de esta película. En dos minutos nos cuenta cómo su tatarabuelo músico abandonó a la familia a su suerte, lo que llevó a que la tatarabuela de Miguel prohibiera la música en el hogar.

Si no van al cine a verla, hay chancla. Si la ven y no se emocionan, hay chancla.
Si la ven y se sienten inspirados a perseguir sus sueños... HAY CHANCLA.

A los tres minutos aparece la Mamá Coco del título, que es la bisabuela de Miguel, y se me dio vuelta el corazón. Es una de esas ancianitas super arrugadas, siempre sentadas, que casi no hablan, que ya tienen un pie en la tumba. En un flash idéntico al del crítico culinario de Ratatouille, la imagen de esa vieja me recordó a mi propia bisabuela, que aún vive enérgicamente a sus noventa y tantos años. Va a clases de canto y todo.

Este fue solo el primero de varios momentos que me destrozaron inesperadamente. Es extraño el proceso de abuso emocional que utilizan los artistas para convencernos de sus ideas y mensajes. En este caso no me molesta, porque Coco nos brinda un mensaje conmovedor sobre la familia, la vida, la muerte y los sueños (Disculpen que esta reseña esté medio desestructurada: es que esta película me dejó sin palabras).

Miguel se muere de ganas de ser músico.
("Se muere" y viaja el Reino de los Muertos... ¿entienden? ¿¿Entienden??)

A partir de la aparición de la Mamá Coco, la película no me soltó más. Me vi reflejado en el sueño de Miguel de ser músico a pesar de la prohibición centenaria de su familia. Me maravillé con la llegada del niño al Reino de los Muertos, una de las imágenes más logradas en toda la filmografía de Pixar. Disfruté las canciones, los chistes, la bellísima representación de la cultura mexicana y el cameo de Frida Kahlo. Y por mi cuenta propia, lloré siete veces durante el transcurso de la película, y cada uno de esos momentos se mereció esas lágrimas.

Creo que nunca me había emocionado tanto en el cine. Eso me alcanza para ponerla en la cima de mis películas favoritas del 2017. Pero a pesar de su reputación lacrimógena, la nueva de Pixar también tiene una excelente historia y animación inmejorable. Usualmente las películas infantiles bajan línea a los más pequeños; películas como Coco nos hacen querer volar con ellas, como si etuviéramo volando en la espalda de un alebrije.



VEREDICTO:  10 - MÉXICO LINDO Y QUERIDO

Voy a ser despiadado y superlativo: Coco es la mejor película de Pixar hasta la fecha, lisa y llanamente. Todos aquellos interesados en la animación, en la cultura latina, o en llorar en el cine, deben ir a verla sin excepción.


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