Este año, lamentablemente, me perdí el primer día de festival. Pero, ¿por qué llorar por un día perdido teniendo aún diez días mas por delante? En realidad no estaba llorando, sólo explicando por qué no hay crónica del Día 1. Y como Mirtha no pudo venir, siento que en el fondo tampoco me perdí de nada.
Arranqué con mi cronograma tal como lo había planificado, por Los Corroboradores, en Competencia Nacional, a las doce del mediodía. Pensaba solamente señalarla en esta crónica pero me sorprendió gratamente, por lo que voy a extenderme en una reseña por separado que ya se viene, sólo quiero recomendar que si se la cruzan no dejen de verla.
Luego vi American Valhalla dentro de la sección "BSO". Con testimonios de Iggy Pop y Joshua Homme entre otros involucrados, retrata el proceso creativo de la experiencia, el desarrollo de la grabación y la gira, con un emotivo hincapié en lo que la muerte de David Bowie significó para Iggy. Los testimonios se suman a material de archivo y secuencias de los músicos en la vida cotidiana, con un muy buen ritmo te entretiene incluso si no conocés mucho a los involucrados. Tiene incluso algunas cosas muy sarpadas de montaje y de uso de cámara, por ejemplo jugando con el foco y la cámara en mano, dando una movilidad y cierta adrenalina que contagia energía.
Luego me fui al Auditorium a ver Madame Hyde, la película de apertura del festival que estaba con entradas agotadas, la cual finalmente no pude ver porque tenía un cronograma apretadísimo y, por problemas en los subtítulos, llevaba media hora de retraso cuando tuve que irme de la sala.
Volví al Paseo Aldrey para Loser's Adventure, del coreano Ko Bong-soo. A pesar que se me hizo un poco cuesta arriba, es muy interesante el enfoque que da a la relación entre el deporte, en este caso la lucha libre, y los personajes, unos muchachos ya maduros que parecen haberse resignado a la rutina de ser adultos responsables, olvidando sus sueños de juventud. Una linda historia de amistad, lealtad y amor al deporte con algunos momentos cómicos hilarantes.
Después de comer en el mismo shopping (algo que me prometí no hacer porque esta ve pegué departamento y no hotel, pero hacia frío para volverme), entré a ver Mirada de Cristal, la cual agotó entradas en su estreno. Pueden (y deben) leer su reseña induvidual, donde me explayo más al respecto.
Nuestra primera gran recomendación. |
Y a las corridas, sin poder ver los créditos finales ni felicitar a sus realizadores, llegué al colmado Ambassador a ver una de las películas que más esperaba en esta edición: The Disaster Artist. En breve me extenderé más al respecto, pero a grandes rasgos no me equivoco si afirmo que es una de las películas del año. James Franco como Tommy Wiseau se morfa la pantalla maaal, y lejos de colocar a la enigmática personalidad como objeto de burla, nos muestra un costado completamente humano y vulnerable que te hace quererlo aún más de lo que lo amás si si son fan de The Room, que si no la viste, esta película no es para vos. No lo digo desde un costado purista de "Salgan de acá y dejénnos a los verdaderos fans, maldita plebe", sino que sin haber disfrutado de esa obra de arte previamente, te quedás a la mitad de todo. Si bien es una comedia que se sostiene sola, perderse la referencia le resta la mitad de la magia. Sale a salas comerciales para Navidad, así que tienen como un mes para ponerse al día con la llamada "peor película de la historia".
Y así se fue el primer día, con un balance más que positivo, a pesar de no haber podido ver la película francesa (de la cual me comentaron que de todos modos no me iba a gustar).
Stay tuned para lo que sigue, que este recorrido (por suerte) recién empieza...
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