Las diferentes historias asociadas a la casa de Amityville ya están en la historia del cine de terror hace rato. Revisadas con películas de diversa calidad, dicen presente en la pantalla desde 1979. Y como la leyenda es conocida (Ronald Di Feo mató, alrededor de las 3:15 AM, a sus padres y hermanos, todos menores, con una escopeta; dijo en el juicio que unas voces le habían ordenado hacerlo; supuestamente estos hechos dejaron maldita la casa), nos preguntamos qué tiene de nuevo para aportarnos esta versión. SPOILER: poco.
La fascinación por lugares embrujados suele ser inagotable y la cantidad de historias que pueden desarrollarse en ellos son infinitas; lo que cambian son los personajes y las maneras de resolver cada intriga. Aquí se plantea una familia disfuncional: una madre viuda (Jennifer Jason Leigh) se instala en la casa con sus tres hijos, los gemelos Bella (Bella Thorne) y James (Cameron Monaghan) y la pequeña Juliet (Mckenna Grace), además de Larry, el perro. La particularidad es que James está en estado vegetativo tras un accidente sucedido hace dos años. Tanto su hermana como su tía (Jennifer Morrison) consideran que está muerto por la nula actividad cerebral que registra, pero su madre aún mantiene la esperanza de recuperarlo, ilusión que se traslada al resto cuando, gracias a la influencia de los “otros habitantes” de la casa, recupera paulatinamente la conciencia y la movilidad. El tema es que esta evolución no es precisamente algo positivo y se termina pudriendo todo, porque todos sabemos lo que pasa en la casa de Amityville (y en las películas de terror de posesiones en general).
Seh, claro... porque seguro va a funcionar eso. |
Lo más interesante del film es justamente la articulación de este grupo familiar: una madre sola, que internamente en algún punto culpa a Bella por el accidente de James, con todas sus esperanzas puestas en su recuperación, y la pequeña Juliet, que con su inocencia dice algunas verdades que generan ciertas tensiones entre las otras dos mujeres de la casa. Pero, al no indagarse mucho en estas relaciones (es una película de terror, no un drama familiar), se pierde un potencial desarrollo de vínculos que nos hubiera ayudado con el temita de la empatía con los personajes y la identificación. Porque, si bien están en peligro, como espectador no lográs involucrarte. La falla puede darse por varios motivos: por lo desgastado de Amityville; por la nula vocación narrativa de la película (si se mueve la cámara dos veces, es mucho); por su incapacidad de generar climas; y por lo apáticos que nos resultan los personajes. No lográs conectar con la madre abnegada, ni desarrollar simpatía por la pequeña, ni ponerte del lado de Bella e “hinchar” para que salve a su familia. Hay un único personaje, su amigo Terrence (Thomas Mann), que como es un perdedor que se hace el canchero nos cae bien, pero como su participación se limita a mostrarle las películas sobre la casa que se han hecho, lo vemos poco y nada. Una verdadera pena.
Mirála. Ya de lejos tiene fachada diabólica esa casa. |
La insuficiencia para generar climas y tensiones dramáticas en parte es compensada por algunos sobresaltos muy efectivos, saltando de la butaca más de una vez y no sólo por un golpe de sonido. La construcción sonora es, en rasgos generales, lo más destacable de la propuesta.
Para cerrar, cabe destacar que hay en la interpretación de James algo que parece tener un gran futuro. Quizás recuerden a Monaghan como el Jerome Valeska de la decadente (porque sinceramente está cada vez peor) serie televisiva Gotham, donde interpreta a un villano desquiciado. Acá tiene la posibilidad de desarrollar un personaje con dos facetas, y realmente logra buenos matices en la interpretación. Si hay algo en la película que te da miedo, es él. Atentos a este chico, quizás (ojalá) lo veamos hacer cosas grandes en breve.
VEREDICTO: 5 - Y... NO, NADA, DEJÁ
Tanto el tema posesiones como las aventuras en la casa de Amityville se han visto, muchas veces. En el caso de Amityville, El Despertar hay una trama y una familia que podrían haber sido interesantes pero se quedan definitivamente a mitad de camino. Por lejos lo mejor es la interpretación de Cameron Monaghan, a pesar que no logra compensar todas las otras falencias.
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