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la cuarta pared

jueves, 14 de septiembre de 2017

Review: UNA ESPECIE DE FAMILIA


By on 9:33 p.m.



Yanina Ávila interpreta a una chica llamada Marcela en Una Especie de Familia, la nueva película de Diego Lerman. Ella es una mujer pobre, del norte, embarazada, que ha hecho arreglos con una doctora (aunque nunca se dice de qué) de Buenos Aires para que ésta adopte al bebé. Después del parto, uno de sus parientes le pide diez mil dólares a la "doctora" como "contribución" a la familia. Marcela no sabe nada de esto, porque en la película Marcela no sabe nada; se trata de un personaje menor, interpretado por una actriz que yo sospecho que no es profesional, porque su actuación es totalmente creíble.

Es un personaje que se merece su propia película, pero Lerman no hizo esa película porque Marcela es negra y pobre. En vez de eso, hizo una película sobre la mina blanca y rica, biiiiiitch. Ese personaje se llama Malena y es interpretada por la actriz argento-española Bárbara Lennie. Por motivos que no se revelan hasta el final de la película, Malena está dispuesta a hacer lo que sea por tener un bebé, pero su deseo a veces la vuelve irracional, aunque sólo cuando le conviene a la trama. Le piden la guita y ella se niega, disparando el conflicto de Una Especie de Familia.

Bárbara Lennie hace lo que puede.

Ahora bien, el conflicto (la historia) del film no importa mucho. Al igual que en su anterior película, la respetable pero sobrevalorada Refugiado, Lerman se aprovecha de una problemática social para construir una serie de momentos tensos y supuestamente cinemáticos que son su fuerte, una vez más rebajando temas importantes a un thriller cualquiera.

Malena tiene al menos cinco escenas en las que se pone a llorar a moco tendido; aunque Lennie siempre maneja todos estos momentos con destreza, la lógica del cine indica que una película no puede tener más de dos. Lerman quiere obligarnos a empatizar con Malena; la parte en que le piden la "contribución" es un detonante tan estúpido y sin sentido que odiamos a los parientes, que es exactamente lo que quiere Lerman (además, hace que el pariente de Marcela sea sexista para que lo odiemos más, abusando de otra problemática social).

Ah sí, también está Daniel Aráoz. Y también hace lo que puede.

El final de la película es tan increíblemente inepto que tengo que spoileárselos en detalle. Sucede que a Malena le quitan su bebé adoptado y lo llevan a un hogar para huérfanos. Malena se infiltra en el hogar, secuestra al bebé y se lo lleva a Marcela, que vive en una choza de mierda en medio del campo con su madre anciana y sus otros dos pibes. Malena está convencida de que el bebé estará mejor viviendo en la miseria con su madre que en un orfanato que, por lo poco que percibimos, no se ve tan mal. Marcela al principio hace lo adecuado y rechaza al bebé, pero después parece que se acuerda de que es negra y pobre y por lo tanto ignorante, y acepta el bebé que le da la mujer blanca y rica.

Una Especie de Familia es una película extorsiva: extorsiona a sus personajes y a los espectadores con su uso del lenguaje cinematográfico para que nos preocupemos y nos pongamos tensos. Todo por el simple hecho de que puede hacerlo, porque tiene el privilegio (de blancos).



VEREDICTO:  2.5 - ¡QUÉ FAMILIA, CHE!

En Una Especie de Familia, Diego Lerman abusa de su talento como cineasta en un intento de hacer otra Refugiado. Pero esta vez sus maniobras son tan visibles que queda como un artífice mediocre que sólo lo hace por la guita.


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