Sin dudas, el asesinato de JFK (aún sin una resolución del todo satisfactoria) es una especie de mito en la idiosincrasia estadounidense que ha generado múltiples productos culturales como libros, películas y series (amamos 11.22.63, por ejemplo).
Jackie, del realizado chileno Pablo Larraín, pone el foco justamente en Jackie Kennedy, viuda del Presidente, enorme ícono cultural ya sea por su rol de Primera Dama (enfocada en el rescate de los valores históricos de los Estados Unidos), su estilo al vestirse que marcó una fuerte tendencia, o los hechos posteriores a la muerte del entonces Presidente, que la sitúan casándose con el millonario Aristóteles Onassis y convirtiéndose en una editora de libros.
La narración va alternando diferentes momentos de la vida de Jackie (Natalie Portman): una entrevista que brinda con motivo del asesinato, los hechos cronológicos del asesinato de Kennedy en sí mismo (ella iba en el mismo auto), y diferentes momentos significativos de su vida, convirtiéndose en una biopic hecha y derecha.
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| Parece que no lo sufre, peeero... |
La narración va alternando diferentes momentos de la vida de Jackie (Natalie Portman): una entrevista que brinda con motivo del asesinato, los hechos cronológicos del asesinato de Kennedy en sí mismo (ella iba en el mismo auto), y diferentes momentos significativos de su vida, convirtiéndose en una biopic hecha y derecha.
Sin lugar a dudas, lo más sobresaliente de la propuesta es la actuación de Natalie Portman, por la que estuvo nominada al Oscar. Sufrida pero inquebrantable, encarna diferentes estados emotivos de acuerdo al momento que atraviesa, sin perder nunca de vista el tono de voz y la compostura del personaje real. Cuando la interpretación es de personajes como San Martín o Napoleón Bonaparte, por poner simples ejemplos, no tenemos manera de cotejar el nivel de precisión de los actores que los encarnan. En el caso de Portman, reconstruye incluso una recorrida documentada que da la Primera Dama dentro de la Casa Blanca, mostrándole a la prensa las remodelaciones que está realizando, permitiéndonos apreciar la similitud de la Jackie real y la Jackie ficcionalizada paso a paso.
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| La cruda realidad del otro lado del vidrio. |
La fragmentación temporal de la narración hace que el relato sea absolutamente llevadero y bastante distendido, en especial teniendo en cuenta la seriedad de los acontecimientos que cuenta. Siempre que las películas son basadas en hechos reales, ya sabemos (o podemos averiguar) qué es lo que sucede, y su valor reside en el punto de vista ideológico en que se ubica el autor. Jackie realza la grandeza de la mujer, la responsabilidad y el empeño que puso el cumplimiento de su deber a pesar de estar emocionalmente destrozada.
Un rasgo a mencionar, también destacable, es el vestuario. Pero en este punto nos preguntamos cuál es realmente el mérito de la película, ya que se limita a recrear los míticos diseños de Jackie y no hace ningún tipo de propuesta original. Copiar es fácil (mírenlo a Nik). En fin, cosas que nos planteamos cuando tenemos ganas de generar polémica.
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| Cada look utilizado por Natalie es, como era de esperar, 100% acertado. |
Todo el resto de la puesta, el uso de cámara y la musicalización, están puestos en función de acompañar lo que se nos va contando a nivel guión. No hay contrapuntos, no hay ambigüedades, todo es políticamente correcto. Y sí, es claramente una película pensada para recordar a la ex Primera Dama en todas sus virtudes y ningún elemento desentona en pos de esa intención.
VEREDICTO: 8.0 - UNA LADY
Con una narración no lineal estructurada por los momentos que va recordando a lo largo de la entrevista, una actuación excelente de Portman, y elementos formales que logran un relato fluido, Jackie se convierte en una biopic diplomática y políticamente correcta que recuerda a una de las Primeras Damas más queridas de los Estados Unidos en toda su grandeza, sin defectos ni escándalos.
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