Lamentablemente, según la opinión popular, el cine argentino "es lento y aburrido". Siempre que hablo de cine con amigos me dicen lo mismo: "No pasa nada y los actores son malísimos". Las únicas películas que parecen ser la excepción de la regla instaurada por el espectador promedio son El Secreto de sus Ojos (dirigida por Juan José Campanella en el 2009), Relatos Salvajes (Damián Szifrón, 2014) y por supuesto Nueve Reinas (Fabián Bielinsky, 2000). Estas tres películas tienen un elemento en común: en las tres actúa Ricardo Darín. Esto nos lleva entonces a la pregunta obligada: ¿es Darín sinónimo de "calidad" para el cine nacional?
Nieve Negra, la última película de Martín Hodara (director de La Señal y Asistente de Dirección de Bielinsky en Nueve Reinas y El Aura) tiene como protagonistas a quizá la dupla más codiciada del cine argentino: Leonardo Sbaraglia y el mismísimo Ricardo Darín.
El film comienza con Marcos (Sbaraglia) regresando al país, desde España, con Laura (Laia Costa), su mujer. El regreso se debe a la muerte del padre de Marcos, quien le encargó llevar sus cenizas al lugar de entierro de su difunto hijo Juan. Es entonces ahí cuando Marcos y Laura se dirigen con las cenizas hacia la cabaña desolada donde vive el hermano de Marcos, Salvador (Darín), acusado de matar a Juan en un accidente de caza. Allí tratan de convencer a Salvador de vender esas tierras a unos canadienses que ofrecen una fortuna por ellas, alegando necesitar ese dinero para seguir cuidando a su internada hermana Sabrina (Dolores Fonzi).
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| La ¿familia? unida. |
El verdadero misterio que trata de instaurar la película es qué pasó con Juan. ¿Realmente lo mató Salvador durante un accidente de caza? El director construye esta duda mediante flashbacks que nos van develando lentamente lo que parece ser el último día en la vida del hermano fallecido. Este recurso está muy bien integrado y cumple con su función, pero hacia la mitad del film termina siendo un abuso, ya que nos explica absolutamente todo y no deja lugar a la imaginación.
La película fue bastante criticada por tener un ritmo lento y pausado. Se toma su tiempo y se demora en planos aéreos de las camionetas, de la Patagonia (fingida, ya que se filmó en los Pirineos Españoles), tratando de introducirnos en el clima y la desolación de la cabaña donde vive Salvador. Rememora a los planos iniciales de The Shining, lo cual resulta esperanzador... hasta que lamentablemente toda esperanza de suspenso muere lentamente, acompañando su ritmo.
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| Nieve Negra. |
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| The Shining. |
Lo que incomoda no es que sea lenta, si no que tiene grandes actores que sólo dicen tres palabras cada uno en sus noventa minutos de duración. Cuenta con el gran Federico Luppi en un personaje interesante que sólo aparece cinco minutos para salvar las papas hacia el final, y con una desaprovechadísima Dolores Fonzi, que se muestra genialmente loca pateando muebles internada en un psiquiátrico para luego desaparecer.
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| Ricardo, te amamos igual. |
Si bien el film tiene una hermosa fotografía y encuadres, una excelente calidad de sonido (exceptuando la escena del clímax, con un doblaje rarísimo) y grandes actores, construye demasiada expectativa para luego desilusionarnos, ya que resuelve sus únicos dos conflictos de una manera forzada, torpe y además muy trillada. El suspenso que se va construyendo nunca se cumple y, como espectadores, siempre estamos esperando que suceda algo fuera de lo común. Pero esta vez nos quedamos con las ganas.
VEREDICTO: 6.0 - DENLE DIÁLOGO A DARÍN
Nieve Negra es una de esas películas que le da la razón al espectador promedio que critica el cine argentino, y ni Sbaraglia ni Darín lograron probar lo contrario.
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