Review: DAEMONIUM: SOLDADO DEL INFRAMUNDO

Se lanzó al mundo como una serie web, con un asterisco que indicaba "todos los capítulos se reunirán en un largometraje". Finalmente, luego de 5 años de intenso trabajo, la obra maestra de Pablo Parés (y un gran equipo) ha llegado a su fin.

Daemonium es un proyecto histórico. Histórico en muchos sentidos: el tiempo que hace que están trabajando en él, el anhelo y la concreción de la perfección técnica en cada uno de sus 120 minutos de duración, y porque, seguramente, marcará de forma definitiva un antes y un después en la manera de hacer cine local. 

El proyecto toma lugar en un mundo de fantasía y ciencia ficción, donde los magos, los demonios, y los simples humanos sedientos de poder se entrecruzan. Inicialmente los sucesivos episodios (de entre 15 y 40 min. de duración) se fueron subiendo a Youtube a razón de uno por año. El tiempo transcurrido entre cada uno de ellos da cuenta de la minuciosidad con que se trabajó hasta el más mínimo detalle, y el tiempo en que lleva a una producción independiente hacerse de los fondos para bancar semejante hazaña.

A nivel argumental, se trata de una historia coral (si desconocés el término, pensá en Short Cuts, Pulp Fiction, Amores Perros o Babel). Cuenta cómo Cortés (Chucho Fernández, de El Puntero y Corazón Muerto) y Montalbán (Sebastián Berta Muñiz, de Plaga Zombie, Penumbra y la esperada Terror 5, entre otras) recurren al mago Fulcanelli (Walter Cornás, de 20.000 Besos, Filmatron) para que abra un portal y libere a un demonio con el cual harán un trato. Pero las cosas no salen bien, y Razorback (Dany Casco, uno de los extraterrestres detrás de la dirección de arte del proyecto) termina cerrando el trato por su cuenta. Posteriormente, Razorback crea y entrena a dos jovencitas anroides para que le hagan frente a estos demonios, protegiéndolo: Rebecca y Loly, ambas interpretadas por Caro Angus (Doppelsauger). Y, en otro orden de cosas, resulta que Razor tenía una esposa, Lisa (Rocío Rodríguez, de El Hada Buena y la aún en proceso Lucho's Big Adventure), a quien abandona embarazada. Pero, desafortunadamente para él, ahí está Arteeka (Laura Acevedo), lista para convertirla en la mortal Hanya Shibari, quien buscará venganza por el abandono de su esposo a como de lugar. Como es de esperar, todas estas subtramas confluirán en un desenlace épico.

Cuando era lanzada episódicamente online, daba un poco la sensación de inconclusión narrativa. Es como que cada episodio presentaba un personaje pero lo desarrollaba en acción menos tiempo de lo que esperabas verlo. Ahora nos damos cuenta que todo estaba planeado de antemano, por supuesto. ¿Acaso piensan que a los guionistas de la serie se les iba a escapar la tortuga? Jamás.

Con Soldado del Inframundo, su versión completa y definitiva de dos horas de duración, la productora Hydra Corp demuestra que siempre tuvo el rumbo bien definido, pero que lo fue dosificando en las entregas web. La versión final funciona de principio a fin, atrapando a nivel narrativo y amenazando la cordura del espectador a nivel visual.

La dirección de arte y todo el universo de criaturas demoníacas a cargo de Dany Casco, Simón Ratziel, junto a decenas de talentosos colaboradores de Rabbid FX y Studio Patna, es sencillamente increíble. Nada parece de plástico, de cartón o atado con alambre. Daemonium elimina por completo lo choto y bizarro en las producciones independientes. Lo mismo con los efectos visuales de post-producción, detrás de los cuales el mismo Pablo Parés y otra decena de colaboradores no dejan de tirar magia. Todo es impecable, medido, cuidado. No hay explosiones porque sí, no se trata de demostrar que las saben hacer. Ese es otro gran punto a favor: los efectos son los necesarios a nivel narrativo. Nada más alejado de alguien como, por ejemplo, Michael Bay, que te mete explosiones hasta cuando un personaje va al baño y tira la cadena. La imagen de Daemonium no tiene nada que envidiarle a los tanques hollywoodenses; al contrario, ellos tienen que envidiar a Daemonium: por la relación Presupuesto-Calidad y por la coherencia del impacto visual dentro de la historia.

Pero una buena historia y un trabajo técnico irreprochable no son nada sin buenas actuaciones. ¿Y saben qué? Las actuaciones también son excelentes. El equipo actoral es una especie de dream team de habituales colaboradores de FARSA Producciones. Todos ellos se cargaron su personaje al hombro y adquirieron entrenamiento físico para las escenas de acción. Rocío Rodríguez, por ejemplo, contó en una oportunidad que, para las escenas de lucha de Hanya Shibari, se vio una maratón de películas de Van Damme.

Pero además hubo una jugada decisión respecto a las voces: doblarlas al español neutro, en una osada estrategia de marketing que apuntaba a que el producto sea aceptado en toda Latinoamérica. Podría haber fallado (¡y cómo podría haber fallado!), pero las voces las ponen otro equipo de lujo que los fanáticos de las series animadas y el animé en la región sabrán reconocer de manera inmediata: Mario Castañeda (Son Goku, Zapp Branigan), Paty Acevedo (Lisa Simpson, Sailor Moon, Milk), René García (Vegeta, Hyoga, Stewie), y el mismísimo Humberto Vélez (Homero Simpson, Peter Griffin), entre otros, con un resultado final sumamente satisfactorio.

Daemonium: Soldado del Inframundo estará presente este Domingo 8 en el cierre de la Argentina Comic-Con, en un charla entre los realizadores, actores principales, y el público. La fecha de estreno oficial está pautada para el Viernes 13 de Noviembre, durante el Buenos Aires Rojo Sangre. No podemos dejar de alentar a todos aquellos que estén leyendo esto a que vayan a verla cuanto antes: un proyecto nacional de esta magnitud se merece ser disfrutado y admirado por la mayor audiencia posible.

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VEREDICTO:  10 - DEMONIOS PARA TODOS Y TODAS

Daemonium: Soldado del Inframundo es el proyecto cinematográfico Nac & Pop más grande de los últimos años. Multipremiado internacionalmente, desde sus orígenes fue federalizado de manera gratuita a través de YouTube. Una enorme muestra del amor y del respeto al cine que tienen los cientos de personas a través del proyecto. Y, además de la ideología, el producto final es impecable por donde se lo mire.