La cuarta temporada había finalizado con varias líneas argumentativas desperdigadas entre los cientos de personajes de la serie. Este año, muchas de esas líneas comienzan a tocarse, generando un relato mucho más cohesivo que comienza a dar ciertos indicios de hacia dónde se dirige la trama.
Sansa, dejá de rezarle a San Antonio... |
Afortunadamente, podemos afirmar que el desafío fue superado con creces. La ausencia de estos personajes dio a lugar a un crecimiento de la incertidumbre y del peligro que no habíamos registrado hasta el momento. A lo largo de 5 años, venimos presenciando como los candidatos al Trono de Hierro rosquean y se sacan los ojos entre sí para conservar el poder, perdiendo de vista el principal peligro que los amenaza. Esta vez, la amenaza externa se pudo ver de una forma mucho más clara. Más allá del muro, los White Walkers dieron una tremenda demostración de poder ante el joven Jon Snow (Kit Harington) y los Salvajes en un episodio (el octavo) que seguramente, será atesorado por los fans como uno de los mejores de toda la serie.
El laburo de invierno de Darth Maul. |
Otro aspecto importante de esta temporada, fue el desdoblamiento entre el relato televisivo y su material original. Como todos sabemos, los libros y la TV avanzan a diferentes velocidades, apuntan a distintas clases de público y algunas cosas suelen ser más funcionales en determinado soporte. Para mantener a millones de televidentes frente a la pantalla, hay que tomar ciertas licencias hacia lo grandilocuente. En este caso, la violencia y los combates no se hicieron desear. A la terrible batalla más allá del muro, le podemos sumar la guerra civil en Mereen que terminó cosechando víctimas importantes dentro del cast y dio origen al regreso de Drogon, el dragón rebelde de Daenerys (Emilia Clarke). En menor medida, también fue muy digno de ver último esfuerzo de uno de los personajes más humanos de toda la serie: Stannis Baratheon.
Uno de los aspectos más interesantes de la serie es el grado de humanidad que han tomado los personajes. Cada uno de ellos, desde el más intrascendente hasta al más hijo de puta, tienen fallas y virtudes muy claras. Así como en la primera temporada todos odiábamos a Jaime Lannister y ahora es un pan de Dios, el Premio Redención del 2015 se lo llevan Cersei y el propio Stannis; jamás me imaginé estar haciendo fuerza para que gane un tipo que acaba de prenderle fuego a su propia hija. Este punto es el que los creadores justamente saben que incomoda, y que encanta...
Cersei junto al Septón Supremo (Jonathan Pryce), a punto de cometer un error de cálculo... |
VEREDICTO: 8.5 - QUE SIGA EL JUEGO
Luego de fuertes cimbronazos, las piezas parecen empezar a acomodarse en el tablero. Así, la quinta temporada de GAME OF THRONES se erige como una de las más efectivas de toda la serie. La acción cada vez es mayor, todo lo que pasa es más importante... y, sobre todo, nadie está a salvo. ¡Mirá todo lo que falta para el 2016!
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