Hoy, Miércoles 27 de Mayo, se realiza el evento de reestreno de They Call Him One Eye Faggot (1975), pero nosotros ya la vimos, y te queremos contar algunas cosas al respecto.
Dos aclaraciones preliminares y fundamentales: no vamos a hablar de cine comercial. La película se inserta de manera radical en el el contexto más under de producción y de exhibición. No pertenece a ningún circuito mainstream y no pretende hacerlo: está más allá de ellos. Y el estar más allá (y acá viene la segunda aclaración) le permite crear su propio contexto de realización, su propio background y su propio lenguaje audiovisual. A cualquier espectador desprevenido que se cruce con un producto de Gorevision le puede parecer que está mal, porque se aleja de lo que está bien. Y no, no está mal, está perfecto, es solamente distinto, genuino, libre.
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| Polémica y comunismo. |
Spoilereando un poco... ah sí, ¡¡SPOILER ALERT!!... la película cuenta la historia de Ignacio Pereztrona, un correcto policía en una misión contra un poderoso grupo narco, que es secuestrado por los malos, drogado y prostituido. Es justamente uno de estos villanos, Jacobo el Seductor, quien le saca un ojo antes de vejarlo. La pérdida del ojo es un símbolo que cobra diversas dimensiones: es el lugar de pertenencia más absoluta de la película: el gore sin pretención de naturalismo ni de realismo, es sangre, carne cortada en primeros planos, es IMPACTO en el sentido más amplio de la palabra. Y a nivel narrativo, es el momento donde ya Pereztrona no tiene vuelta atrás: pierde su ojo y junto a su ojo su hombría, su dignidad. Si bien en el transcurso de la película logra reponerse, juntar fuerzas y sed de venganza hasta finalmente triunfar, ya nada podrá ser igual. En medio de la destrucción y masacre que surge de su reivindicación personal, su contexto inicial, su lugar de pertenencia queda destruído. Porque él mismo quedó destruído al principio, y para regenerarse necesitó alimentarse de su pasado más reciente. La trama se desarrolla en medio de efectos visuales memorables, personajes sólidos y bien definidos y giros narrativos inesperados.
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| Efectos visuales con código propio. |
Lo mismo que es distinto a lo convencional, es el background de la película. La obra se pretende una película de Pier Paolo Marzolini, originalmente estrenada ante pocos espectadores en la década del '70, y hallada y restaurada por Gorevision Restauraciones. ¿Es verdad o es parte de un mito? ¿Quién es Marzolini? ¿Vale más la verdad o tiene más fuerza un pasado inventado, una falsa identidad? Sea cual fuere la respuesta a estas preguntas, cuando una película se ancla en medio de un mito en torno a su origen por algún motivo cobra más fuerza, se convierte en un objeto de culto, una curiosidad, algo que tenés que ver te guste o no el género, el circuito o los actores. Quizás porque a todos nos gusta que nos cuenten historias. Y si asistimos a ver una historia dentro de otra historia, esta inception de historias te hace partícipe de manera más radical en la narración, porque ya no sos espectador, sos participante. Participante de la grandeza de Gorevision: la pantalla les queda chica y la historia se desborda por todos lados, como un vaso de cerveza servido por un ebrio.
VEREDICTO: 10 - IMPACTANTE
Si conocés y entendés el género, y no te sentás a verla esperando una Terminator o Star Wars, la vas a disfrutar a pleno: tiene todo lo que esta clase de producciones tiene que tener, como metal, sangre y penes de goma. Y si nunca viste nada de este tipo de cine, dale una oportunidad... pero no digas que no te avisamos cómo encararla.
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