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la cuarta pared

domingo, 22 de marzo de 2015

Review: TOGETHERNESS, primera temporada


By on 7:52 p.m.




Ahora que la primera temporada terminó hace sólo un par de semanas y que HBO ya confirmó una segunda para el 2016... ¿qué tal la nueva serie televisiva de los Hnos. Duplass?

Togetherness constituye el debut escribiendo para TV de Jay y Mark Duplass. Es una temporada cortita, de estas que frecuentan ahora, con tan sólo 8 episodios que rondan la media hora de duración.

Los hermanitos realizadores tienen un trasfondo de cine independiente (o indie, para los más cancheros). Suelen escribir y dirigir juntos (Jeff Who Lives at Home, Cyrus, The Puffy Chair) y cada tanto Mark protagoniza algún largometraje (The One I Love, Safety Not Guaranteed, The League). En esta oportunidad, toman por completo las riendas del proyecto y suman a Steve Zissis como guionista y protagonista.

Togetherness no rompe ningún molde con su historia. Es más, es una dramedia que entra claramente en la categoría de "Matrimonio/Pareja de 30-40 años con hijos que cae en la rutina y entra en crisis". Los hijos, los problemas laborales, la falta de pasión, los sueños frustrados, la sensación de estancamiento... son todas cosas que ya hemos visto en varias oportunidades (bah, por lo menos si son como yo, que por la edad gravito cada vez más y más hacia este tipo de historias, sintiéndome identificado quizás más veces de las que debería). Pero los realizadores, al centrarse casi exclusivamente en los 4 personajes principales (se le suman un par de secundarios con el correr de los episodios, pero listo, pará de contar), logran darle a la serie un carácter sumamente íntimo y con esa "onda indie" que mencioné antes (joder, los episodios ni siquiera tienen un opening, arrancan así de una). Ahora que lo pienso, quizás es un poco más adulta y seria que el resto de las dramedias que llegan al cine.

Brett (Mark Duplass) y Michelle (Melanie Lynskey, quien debutó con la joven Kate Winslet en la recordada Heavenly Creatures de Peter Jackson) son un matrimonio con más de 10 años encima y dos niños. Como (según dicen) suele suceder con los matrimonios luego de varios años... la chispa se pierde. El amor y la compañía siguen ahí, intactos, pero hay algo que se va diluyendo. La rutina va reemplazando cada momento del día, y algo que debería ser alegre y unificador, como por ejemplo una salida familiar a la playa (que por cierto al final resulta mucho más significativa aún) se vuelve algo tedioso. El sexo rutinario y sistemático desplaza a la pasión y a lo espontáneo. Brett termina masturbándose solo en la cama ante la negativa de Michelle, mientras que ella se excita leyendo... ¿adivinen  qué?... "50 sombras de Grey". De hecho, el primer episodio termina con Brett preguntándole de frente por qué ya no quiere tener relaciones con él, y Michelle respondiendo con un durísimo pero lapidariamente honesto "No lo sé".

Brett y Michelle, felizmente casados... ¿no?

Una de las escenas más logradas en ese punto es en el segundo episodio, cuando Michelle intenta "algo nuevo" (claramente inspirada en "50 sombras...") para romper con la rutina y volver a generar ese deseo sexual genuino. La actuación de Lynskey acá es genial, mostrándose realmente nerviosa e insegura en algo que debería ser natural: seducir a/sentirse seducida por la persona que ama. Por su parte, Brett se muestra algo reacio a salir de lo habitual, a "dejarse llevar", a romper con los esquemas. Todo desemboca en una situación muy cómica, pero que aún así se siente real entre ambos.

Michelle intentando tener una noche hot.

A toda esta crisis matrimonial se le suman las llegadas de Alex y de Tina. Alex (Steve Zissis) es el mejor amigo de Brett: un actor frustrado que es "demasiado gordo para ser protagonista, y demasiado flaco para ser el amigo gordito y simpático del protagonista", que fue desalojado y no le queda otra que quedarse unos días en lo de su amigo, hasta que pueda volver a Detroit. Por su parte, Tina (Amanda Peet) es la hermana mayor de Michelle, una mina que se dedica a alquilar castillos inflables para fiestas infantiles... y a aferrarse a relaciones con hombres que, en el fondo, la ven como algo casual y poco serio. Es así como, luego de que su más reciente "novio" la deja por teléfono, no le queda otra que también instalarse en lo de su hermana.

Y ahí tenemos entonces a los 4 protagonistas, todos conviviendo bajo el mismo techo, cada uno con su mochila llena de inseguridades e incertidumbre a cuestas.

♫ Los Domingos en familia, una caja de sorpresas... 

Uno de los mejores y más interesantes puntos de la serie es ver cómo va evolucionando la relación entre Alex y Tina. A simple vista totalmente incompatibles, luego de que Alex la ayuda en una situación algo incómoda en plena calle, Tina comienza a acercarse al regordete amigo, sintiendo una contención y un apoyo que ningún otro hombre por el momento supo darle. Cuando Tina se ofrece a entrenarlo (para que baje de peso y consiga mejores papeles en los castings) y ayudarlo oficiando de Manager, entre los dos nace un flirteo no reconocido al principio, pero que obviamente luego deviene en histeriqueo y celos de ambas partes. Las actuaciones tanto de Zissis (en el rol de gordito simpático y entrador que de a poco recupera la confianza y el auto-estima) y de Peet (la mina tiro al aire que recurre a las relaciones fáciles por miedo a terminar siendo una solterona) son muy acertadas: realmente sentís cómo crece la atracción entre ambos y que la cosa podría funcionar.

Alex y Tina: casi lo mejor de la serie.

Luego se suman un par más al elenco: Peter Gallagher (American Beauty) como Larry, Mary Steenburgen (Back to the Future III) como Linda, y John Ortiz (Silver Linings Playbook) como David. Cada uno de ellos termina cumpliendo un papel importante, al funcionar como "tercero en discordia" de alguno de los personajes principales.

La disconformidad de Brett con su trabajo como sonidista, la necesidad de Michelle por encontrar un proyecto personal que la saque de la casa, la necesidad de pasar tiempo a solas sin que eso se convierte en algo negativo, las cosas que se dicen en una terapia de pareja, la búsqueda de cierta espiritualidad, la afinidad y empatía con otras personas, las desilusiones, el sentirse sin rumbo, el miedo a la soledad, la extraña sensación de darse cuenta que no siempre el tiempo compartido con la pareja es el más feliz... Togetherness pone todas las cartas sobre la mesa de manera sincera y creíble. Y que cada espectador levante la que le conviene. O la que se atreva a levantar.

La primera temporada termina (¡spoilers!)... bastante mal, sinceramente. No en lo narrativo, sino para los protagonistas. Todos terminan como el culo, en un lugar emocional medio incómodo, solos y pensando en el otro. Por ahora, los hnos. Duplass nos deben el final feliz. Bah, si realmente creen en los finales felices. Quizás lo que intentan decirnos es que... nada es fácil. Las relaciones entre dos personas no son fáciles. Y, por momentos, parecería que menos lo son cuando hay amor entre ambas (laputamadre, ¿no debería ser al revés?).

Brett plantea esto brillantemente en una charla en la cama, luego de una fuerte discusión con Michelle:
- ¿Sabes lo que dijo la esposa de George Harrison cuando le preguntaron cuál era el secreto de su largo matrimonio?
- No, no lo sé.
- "No te divorcies".



VEREDICTO: 8.5 - ¡NO TE DIVORCIES!

"La vida tiene una manera de joderte la vida", dice el slogan de Togetherness. Si bien la serie por momentos se acerca más al drama familiar que a la comedia, y peca de algún que otro cliché, los Hnos. Duplass nos traen 4 personajes que se sienten muy reales, con grandes interpretaciones de cada protagonista, en una historia bastante íntima que vale la pena conocer. Y sí, por momentos la vida es un quilombo, ¿para qué vamos a mentirte?


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