Admito que soy una gran fanática del amor adolescente. ¿Por qué? Quizá porque pasados los 30 uno ya tiene varias heridas de guerra y entregarse a ese sentimiento tan puro cuesta más. En la adolescencia, todo es descubrimiento y abrir el corazón de una forma pura, sin miedos. La conexión con el otro se vive distinto y todo es un poco más ligero (hasta que deja de serlo, claro).
Esto es lo que le pasa a Lara Jean (interpretada nuevamente por Lana Condor) en esta segunda entrega de la exitosa A Todos Los Chicos de los que Me Enamoré, basada en la trilogía de bestsellers escritos por Jenny Han. La historia comienza con nuestra protagonista descubriendo la novedosa experiencia de estar en una relación formal, al prepararse para tener su primera cita (verdadera) con su flamante novio, Peter Kravinsky (la ya consagrada estrella adolescente de Netflix, Noah Centineo).
Recordemos que en la primera parte, ella y Peter fingían una relación de pareja para dar celos a la ex de él mientras ella disimulaba que verdaderamente estaba enamorada del novio de su hermana. Sin embargo, tanto va el agua a la fuente que al final se enamoran.
En esta secuela, todo va de maravillas en la vida de Lara Jean hasta que aparece el único chico que NO respondió a las cartas que se mandaron en la primera entrega, John Ambrose (el incorporado Jordan Fisher), y ahí comienzan los problemas. Ella se cuestiona cuánto tienen realmente en común con Peter y cuánto amaba a John cuando pequeña. Ambos comienzan un voluntariado en un geriátrico y su relación va creciendo a medida -como suele ocurrir- que los problemas con Peter se van acentuando.
John Ambrose, alias "El que le quiere escupir el asado a Noah". |
En líneas generales, A Todos los Chicos: P.D. Todavía Te Quiero mantiene el espíritu de su predecesora mientras logra explotar su parte visual: la película parece sacada de un catálogo de Pinterest para scrapbook (esos libros que se arman con distintas fotos y papeles, tipo collage). Muchos colores, formas y diseños, juegos de cámaras que dan mayor dinamismo a las escenas y una banda de sonido (que por cierto ya pueden encontrar en Spotify) que acompaña a cada paso la acción convirtiéndose en una protagonista más.
Condor y Centineo ratifican que la relación entre ambos es mágica: Centineo ha logrado manejar un timing de la comedia sin ser tonto y corriéndose del papel de Chico Hot del momento, mientras que Condor aporta dulzura a un personaje que intenta descubrir lo que es el amor, sin maldad ni resentimientos. De hecho, su narración en off de ella le aporta a la trama el hilo conductor que nos lleva de la mano en las dos horas que dura el film sin aburrir en absoluto.
Cuando todo está bien. |
Detrás de las cámaras, tal como ocurrió con la primera parte, vuelve a estar Michael Fimognari, quien, a pesar de lo que insinúan sus otros trabajos (fue director de fotografía en Doctor Sleep y The Haunting of Hill House, por ejemplo) maneja el género de la comedia romántica y la química de los jóvenes protagonistas a la perfección. Las tomas aéreas ponen magia en muchos momentos del film, especialmente en la escena inicial con las lámparas chinas.
Mención especial para los adultos de la película, John Corbett (My Greek Fat Wedding, Sex and the City), quien dejó atrás sus años de galán de Hollywood para ser el padre de tres bendiciones, y la consagradísima actriz Holland Taylor (Two and a Half Men, Legally Blonde), quien interpreta a Stormy, una residente del geriátrico que sabe aconsejar a Lara Jean cuando las dudas ensombrecen su futuro amoroso.
VEREDICTO: 7.5 - FELICES PARA SIEMPRE
POR UN RATO
POR UN RATO
Aún cuando no logra superar a su predecesora, A Todos los Chicos: P.D. Todavía Te Quiero es una digna segunda parte, en donde la historia y la forma en que es contada nos introducen en una trama ágil y entretenida. Si no tienen amigos con piscina y están aburridos un domingo a la tarde, es una buena elección.
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