Review - AVENGERS: ENDGAME

Llegó el momento.

Esta es una review de esas complicadas, donde los redactores nos vemos obligados (casi amenazados) a buscarle la vuelta para hablar de la trama sin seguir específicos en nada, para no andar spoileando impunemente por este planeta. Lo que sí puedo decirles es esto: los Avengers le hacen honor a su nombre y luchan contra Thanos. El resto lo descubrirán por su propia cuenta.

Si lograron zafar de las numerosas imágenes y videos filtrados hace unos días... ¡bien por ustedes! Fue la mejor decisión que podrían haber tomado en los últimos doce meses (junto a haber comprado dólares a $22 y guardarlos bajo el colchón, claro). Pero aún si se comieron algún spoiler (como lamentablemente fue mi caso), créanme que eso no les arruinará la experiencia en absoluto. Ocurren tantas, pero tantas cosas más, antes y después de esos spoilers... no tienen ni idea.

Y eso se debe a que, tal como habían asegurado los hermanos Joe y Anthony Russo, directores el film, prácticamente todo el material visto en los diversos avances y spots televisivos corresponde a los primeros 15-20 minutos, con tan solo un par de planos pertenecientes al tercer acto (más otros editados digitalmente... aunque no precisamente los que presuponía la mayoría del fandom). Marvel Studios sin dudas le agarró la mano a esto de guardarse las mejores cartas y no desperdiciarlas en los avances.

Esta vez Tony Stark deja (un poco) de lado esa cuota de acidez y exhibe su lado más maduro y humano.

Como no podía ser de otra manera, la trama de Avengers: Endgame ofrece muchísimas sorpresas, algunas de las cuales superan ampliamente cualquier especulación o intrincada teoría que hayan leído en las redes en los últimos doce meses. El mejor ejemplo de esto es cuando, a los pocos minutos de comenzado el film, ocurre algo totalmente inesperado que tiró por la borda más de una teoría que tenía sobre el desarrollo, momento en el cual pensé "Ah, OK, definitivamente esto no va a ser como lo esperaba...".  Son varias las ocasiones en las que creemos que va a ocurrir tal y tal cosa, pero la historia pega un ligero volantazo y va por otro lado. Cualquier cosa que hayan imaginado que podía ocurrir, elévenla al cubo.

Luego de dedicarle tiempo a los nuevos héroes en las películas más recientes (como Captain Marvel, Black Panther o Spider-Man: Homecoming), Endgame se enfoca en la formación original del equipo: Iron Man, Capitán América, Thor, Hulk, Black Widow y Hawkeye (que vuelve con los tapones de punta luego de estar ausente en la entrega anterior), junto al "recién llegado" Ant-Man. Sabemos que todos ellos sobrevivieron al chasquido de Thanos, pero ¿cómo los afectó eso? ¿Qué se siente no solo pertenecer a la mitad de la población que sobrevivió a un genocidio cósmico, sino además haber tenido la oportunidad de derrotar al responsable y haber fracasado en el intento? Desde el eterno "estúpido optimismo" de Steve Rogers hasta la autocompasión de Thor, los guionistas Christopher Marcus y Stephen McFeely le dedican tiempo a la vida personal de los héroes, exponiendo sus heridas, sentimientos y puntos de vista quizás como ninguna otra película del estudio. Tal como ocurrió con el más reciente episodio de Game of Thrones, "Knights of the Seven Kingdoms", estas escenas íntimas son fundamentales para empatizar (aún más) con los personajes: si no tenemos una conexión emocional con ellos, ¿por qué habría de importarnos o preocuparnos lo que pudiera llegar a ocurrirles más adelante? Si Infinity War fue el espectáculo bombástico y ensordecedor, el golpe de puño en el pecho, Endgame es el corazón y el cerebro del MCU.

No hay golpe más devastador que el de la derrota.

La película representa el clímax no solo del film predecesor, sino más bien de los 22 largometrajes que componen esta denominada "Infinity Saga" (por cierto, hace unos días, Kevin Feige declaró que Spider-Man: Far from Home sería el verdadero final de la Fase 3). Como aficionados al género, estamos más que acostumbrados a visualizar los famosos easter eggs: guiños de parte de los realizadores hacia los fans más versados en el tema. Bueno, en este caso todo va muchísimo más allá. La trama recompensa de la forma más increíble a quienes seguimos este universo desde el 2008, homenajeando a sus personajes, sus frases y sus historias individuales. Acá las referencias no son mencionar a X guionista/dibujante aclamado por los viejos lectores de cómics (aunque también hay de esas); acá son puntos trascendentales en la narrativa, que expanden lo visto previamente y hasta lo reformulan. Incluso más de una situación o escena que claramente podría considerarse fan service, no hacen más que seguir construyendo la personalidad y la historia del personaje. Todo tiene una razón, un motivo, todo viene de algún lado.

La única crítica que realmente le puedo hacer es que los primeros momentos del film transcurren demasiado rápido. Y no me refiero a "demasiado rápido" en el sentido de una pésima edición, al estilo Suicide Squad (ay Dios, no), sino a que algunas situaciones que quedaron pendientes de Infinity War se resuelven con excesiva facilidad. Es más, de las situaciones más importantes del primer acto, una se resuelve de manera demasiado conveniente y la otra por pura casualidad. Si bien no hay ninguna "Martha" en la historia, va a ser divertido atestiguar cómo los más fundamentalistas del MCU le perdonan estos deslices al guion (ni hablar de la polémica de si los héroes matan o no...). En este aspecto, sentí que el primer acto de Infinity War tiene un ritmo más parejo y fluido. Ya nos enteraremos en la eventual edición extendida/sin cortes en Blu-ray, pero es muy probable que la mayor parte de la edición provenga de estas primeras escenas. Esto también se refleja en el desarrollo de algunos personajes: es imposible pensar que todos y cada uno van a tener su momento en pantalla para brillar (más aún cuando el foco claramente está puesto, como ya dije, en la formación original), pero sorprende un poco que un personaje en particular tiene un enorme salto en su arco argumental... fuera de pantalla; simplemente vemos el resultado de ese arco, el resumen de lo que le pasó.

Otro aspecto que quizás a alguno no le guste tanto es, otra vez, el humor: a pesar de que no es nada nuevo en un film de Marvel, algunos espectadores aún se resisten un poco a esta versión más humorística de Thor que debutó en Ragnarok (y, por lo que comprobamos acá, la que sigue de ahora en más). Algunos chistes dan justo en el blanco, otros se extienden un poco por demás (¡esa publicidad de Fornite sí se puede ver!), pero nada lo suficientemente grave como para arruinar el tono del film.

La verdad es que, ante los numerosísimos aciertos por parte de los realizadores, estas "críticas" no resultan ser más que nimiedades a las que no vale la pena prestarles demasiada atención; rozaría el cinismo criticarla duramente por estos aspectos, cuando en cambio los aciertos son tantos y tan valorables. O quizás soy yo, que simplemente decido mirar para el otro costado y disfrutar los fuegos artificiales. ¿Acaso la idea de ir al cine no es esa? ¿Sentarse a oscuras y pasarla bien?

¡CUESTE LO QUE CUESTE!

Marvel Studios logró algo que durante décadas se creyó imposible: crear un universo narrativo que -aún con ciertos tropezones e improvisaciones aquí y allá- está totalmente interconectado y fluye con absoluta naturalidad de una película a la otra, pasando por distintos géneros, distintos directores y distintos protagonistas. Es irónico que justamente un grupo de superhéroes, ese género tan menospreciado y vapuleado durante décadas por las mentes brillantes de Hollywood, se haya convertido en el modelo a seguir sobre cómo construir múltiples franquicias exitosas.

Todo converge acá, en estas tres horas, de la manera más inteligente que podríamos haber fantaseado en nuestros nerdgásmicos sueños. Cuando se lo ponen a pensar, resulta bastante curioso, pero aún más propicio y significativo, que esta sea la última aparición de Stan Lee en la pantalla grande; hasta en eso la película marca el fin de una era... y el comienzo de otra que promete ser muy distinta. ¡Larga vida a los Avengers!

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VEREDICTO:  3.000 - GRACIAS... ¡TOTALES!

En esta ocasión, me tomé la libertad de otorgar un puntaje más bien simbólico (cuando vean la película, van a comprender a qué viene la cifra), pero que no los confunda: Avengers: Endgame es el espectáculo cinematográfico más grande y emotivo que van a ver en mucho tiempo. La película excede ampliamente cualquier teoría que hayan elucubrado en los últimos doce meses, convirtiéndose no solo en el verdadero clímax de Infinity War, sino más bien en el clímax de la veintena de films del MCU. Van a reír, van a llorar, van a gritar, van a aplaudir, van a repetir todo eso tres veces más, y finalmente van a agradecerle a los protagonistas por estos once increíbles años.
Sí, el juego habrá llegado a su fin. Pero la recompensa es infinita.