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la cuarta pared

miércoles, 12 de diciembre de 2018

Review: MANDY


By on 4:34 p.m.



Oye, bro. ¿Te gusta el rock? ¿Te gustan las drogas alucinógenas? ¿Te gusta el cine de los años '70? ¿Te gusta Nicolas Cage? ¿Te gusta el cine de terror que se cree más de lo que es solo porque el director de fotografía se esforzó un poco? ¿Te gustan las motos? ¿Te gusta ver gente peleando con motosierras? ¿Te gustan esos logos de bandas de heavy metal que no se entiende qué poronga es lo que dicen? ¿Te gustan las chicas con cara de fantasma?

Si tu respuesta a todas esas preguntas es un "Fuck yeah!", entonces arrodíllate, hermano, y dale gracias a Satanás porque llegó la película que estabas esperando: Mandy. La nueva película del director de culto Panos Cosmatos es como un regalo de los dioses del rock, una obra tan metalera que comienza con una cita de un condenado a muerte. ¿De qué trata? Same old story: un hombre conoce a una mujer, la mujer es secuestrada, el hombre busca venganza.

Fun Fact: esta película iba a llamarse Las Sombrías Aventuras de Red y Mandy.

La "Mandy" del título es una dibujante interpretada por Andrea Riseborough (de Battle of the Sexes). Un día tiene la mala suerte de cruzarse con Jeremiah Sand (Linus Roache), un ex-cantante folk devenido en líder de un pequeño culto religioso. Él, enamorado y enfermo de poder, la secuestra. Pero no contaba con que su marido, Red, un leñador alcohólico, fuera en su búsqueda. Red es interpretado por Cage, quien en Mandy tiene amplia oportunidad de desplegar toda su carismática locura.

Toda la película (que fue presentada en el querido Buenos Aires Rojo Sangre) tiene un estilo visual chocante lleno de colores y composiciones precisas. Este puede apreciarse más en la primera mitad del filme, más tranquila y metódica al mostrar cómo la apacible vida de Mandy y Red se va a la mismísima mierda. La segunda mitad es más simple: es el viaje "a lo Kill Bill" de Red, mientras busca a su esposa y mata a todo aquel desdichado que se cruza en su camino.

Linus Roache se balancea entre el terror y el ridículo, interpretando al villano de Mandy.

Uno percibe que ésta es la parte que más disfrutó Cosmatos. Narrativamente, la primera parte se siente como un trámite para llegar al tercer acto, que es puro entretenimiento bizarro. Al igual que muchos directores de su generación, Cosmatos trata de darle valor a las escenas que más lo aburren contándolas con imágenes geniales pero indulgentes, un truco viejo que no puede reemplazar verdadero interés en la historia.

¿Esconde Mandy algo más detrás de su historia simple, sus juegos pictóricos y su violencia fantástica? Yo no lo descartaría: la historia se sitúa a principios de los años '80 y el villano es un hippie ahora convertido en el peor tipo de capitalista. Pero dejé de pensar en todo esto cuando Cage se tomó una montaña de cocaína y se forjó un hacha para matar motoqueros. Si les pasa lo mismo a ustedes, no se sientan mal. I know that feeling, bro.



VEREDICTO:  6.5 - ¡A ROCANROLEAR!

Siempre y cuando no la pienses demasiado, Mandy cumple en creces con todas las expectativas. Tiene violencia, tiene colores, y tiene a Nicolas Cage en su estado más salvaje. También tiene una fotografía impresionante, pero lo más atrayente son los otros elementos. Súper recomendada para amantes del cine bizarro.


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