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la cuarta pared

martes, 24 de abril de 2018

Review - AVENGERS: INFINITY WAR


By on 9:43 p.m.




Realmente se hace algo difícil encarar la reseña de una película como Avengers: Infinity War. Porque, en el fondo, ¿qué tanto sentido tiene? Todo el mundo va a ver esta película. Todo. El. Mundo. Los fans de Marvel la verán porque esto marca la culminación (o eso nos aseguran) de 10 años de una saga episódica, que termina sin terminar nunca del todo; los fans de DC Comics porque... bueno, porque sinceramente serían muy estúpidos si no pudieran sacarse la camiseta durante 150 minutos y disfrutar de una buena película dejando cualquier fanatismo de lado; mientras que los meros mortales (también conocidos como espectadores casuales) querrán ver "qué onda" y disfrutarán del espectáculo más pochoclero del mundo. Y seamos honestos: hasta los haters del género de superhéroes la van a ver tarde o temprano, aunque sea para salir a criticarla en las redes junto a James Cameron.

Todo el mundo la verá (en el cine, como corresponde) y todo el mundo formará su propia opinión (también como corresponde). Entonces, de vuelta, ¿qué tanto sentido tiene una reseña como esta? No lo sé. Pero de todas maneras ahí voy:

La película comienza, como era de esperar, poco después del desenlace de Thor: Ragnarok (por lo que, si se la saltearon, sería bueno que aunque sea sepan cómo termina). Thanos ya tiene una Gema del Infinito en su poder, y va en busca de las otras cinco. Si no es de manera personal, mediante su infame Orden Negra, el grupo de generales súbditos integrado por Corvus Glaive, Proxima Midnight, Black Dwarf y Ebony Maw, todos ellos siguiendo fielmente los diseños originales del cómic (Corvus Glaive y Proxima Midnight fueron mis favoritos). Esa búsqueda los lleva obviamente a nuestro planeta, donde sabemos que se encuentran dos de las gemas: la del Tiempo (en posesión de Doctor Strange) y la de la Mente (en la frente de Vision).

Y no voy a contar más de la trama, el resto lo descubrirán ustedes (OK, la verdad es que tengo miedo que se me escape un spoiler y mis compañeros me reten). Lo único que tienen que saber al respecto es que, desde el mismo momento en que la nave rosquilla de Thanos llega al cielo neoyorquino, todo es absolutamente épico. Y no es para menos: es el desenlace de una historia que comenzó una década atrás.

Todo nos llevó a este momento...

Si hay largo para destacar (y de hecho hay muchísimas cosas para destacar) de estos 10 años y 18 películas, es que Marvel Studios siempre tuvo bien definida la voz de cada uno de sus personajes: no hay decisiones desconcertantes ni cambios bruscos de personalidad (quizás una pizca de Thor en este último tramo). A esta altura, el espectador conoce perfectamente a cada uno de los héroes en pantalla, sus reacciones y personalidades. Y todo se mantiene intacto acá: cuando Tony Stark habla, uno sabe que su comentario "es muy Tony". Lo mismo con Star-Lord, lo mismo con Strange, con Thor, con Drax, etc. Porque, entre todos los combates mano a mano y el humo en el campo de batalla, sin lugar a dudas lo mejor de Infinity War son las interacciones entre sus protagonistas. Como seguramente le ocurra a todo fan del género, me resultó un placer inmenso ver esos pequeños momentos: el choque de egos entre Tony y Strange, Banner "poniéndose al día" con todo lo ocurrido en estos años desde su partida al final de Avengers: Age of Ultron, los Guardianes conociendo a Thor, etc. Hay un momento en particular que involucra a Spider-Man que... es muy sutil, muy breve, y quizás a más de uno no le llame la atención, pero me resultó tan significativo para el personaje (y tan genuina la actuación de Tom Holland en esos tres segundos que la cámara permanece con él), que no pude evitar emocionarme por un instante.

Y sí, también se van a emocionar (exactamente cuánto depende del grado de afinidad que tengan con ciertos personajes), porque hemos venido siguiendo las aventuras de algunos de estos individuos desde que no teníamos barba. Durante sus 150 minutos de duración, Infinity War tiene muchísimos momentos inesperados y varias escenas de esas que dejás de respirar durante tres segundos porque no sabés qué va a pasar a continuación. De manera muy astuta, como bien viene haciendo hace unos años, a pesar de los numerosos trailers (nunca falta leer a alguien comentando "¡Ya contaron toda la película!") Marvel se guardó varios ases bajo la manga, sin dar indicio alguno de ellos en la infinidad (¡ja!) de spots televisivos; hay una sorpresa en particular que se valió un "¡Noooo!" al unísono de casi toda la sala.

Algunos de los "equipitos" que se forman son genialmente inesperados, y funcionan a la perfección.

En cuanto al humor (algo que, sorpresivamente, se convirtió en toda una polémica en las últimas películas del estudio y que tenía preocupados a varios fans), para el caso voy a definirlo de esta manera: Infinity War tiene más humor que Black Panther pero menos que Thor: Ragnarok. La distinción importante que hay que hacer, es que los chistes nunca se sienten descolocados o extendidos por demás. Cada chiste dura lo que tiene que durar y, nuevamente, es fiel a la esencia de cada personaje, ya establecida en una o varias películas previas. Uno no puede pedirle a Star-Lord o a Spider-Man que no hagan chistes en medio de una pelea, porque eso es lo que estaría fuera de lugar (y seamos sinceros: en los cómics, absolutamente todos los superhéroes se la pasan haciendo comentarios irónicos en pleno combate). Por ejemplo, la escena que introduce a los Guardianes en la trama efectivamente se siente como una escena sacada de las películas de James Gunn. Y así con el resto del elenco.

Dado que ya conocemos a todos estos héroes, pasemos al gran nuevo personaje: Thanos. Interpretado por Josh Brolin (a quien en solo unas semanas también veremos en Deadpool 2), el llamado "Titán loco" es el villano más imponente que ha tenido Marvel en toda su filmografía. Ya de solo verlo caminar impone respeto y temor (hay un plano donde se lo ve entre sombras, con rostro severo, que parece sacado de una película de James Wan). Pero aún más interesante es el discurso del personaje, su forma de pensar: lo que a simple vista parecería un mero tirano galáctico más se convierte (bajo cierta lupa algo discutible, es cierto) en algo con cieeeerta ¿sensatez? Según su perspectiva, Thanos está haciendo lo que hay que hacer porque es el único que tiene los huev*s suficientes para hacerlo. Pero eso no lo exime de atravesar su propio dilema interno que, por momentos (y cuestiones que no puedo revelar) es casi poético. Todo esto también es posible no solo gracias a una interpretación cargada de matices por parte de Brolin, sino también gracias a los magos de los efectos visuales, quienes logran plasmar cada sutil rasgo de algo similar a un sentimiento en el rostro del villano (especialmente en algunos primeros planos que son clave).

No se dejen engañar por ese mentón: Thanos resulta ser mucho más profundo de lo que aparenta.

Respetando, consciente o inconscientemente, algunos lugares comunes del medio gráfico en este tipo de eventos multitudinarios, Infinity War divide a sus casi 20 héroes en diversos grupos y hasta hace que algunos peleen entre sí, en la clásica "No nos conocemos - Luchamos - Nos damos cuenta estamos del mismo lado - Somos amigos". De esta manera, los directores Joe y Anthony Russo (junto a los guionistas Christopher Markus y Stephen McFreely) logran darle prácticamente a todos ellos su momento para destacarse, sus 15 segundos de fama (algunos tienen más de 15, por supuesto). Y esto es algo tan pero tan tan tan difícil de lograr cuando se tiene a tantos personajes en pantalla, que se convierte en otro de los enormes méritos del film. Hay momentos increíbles que te hacen aplaudir, y que lamentablemente no puedo contarles, pero créanme que a más de uno, como fan, se le va a poner la piel de gallina.

¿Algo digno de criticar? Mmmh... como ya mencioné antes, cuando se tiene a tantos personajes (varios de ellos protagonistas de sus propios films) es lógico que no todos tengan el mismo peso en el desarrollo de la trama, así que no pienso que eso sea realmente criticable. Sí me llamó la atención (y esto lo noté ya terminada la película, no durante la proyección) es que no se produjeran ciertos diálogos esperables entre algunos personajes (quién sabe, quizás están en una eventual versión extendida). Y que en alguuuna que otra breve escena, de planos más amplios, no tan cercanos, el rostro de Thanos no se veía muy bien. Pero aún así, son tantas las cosas que Infinity War hace bien, tantos los elementos que sus realizadores logran manejar casi a la perfección, que salir a criticar esos pequeños detalles sería directamente una guachada.

Como alguna vez dijo Sandro: "Vieja, ¡mirá hasta dónde llegó el nene!"

Los últimos combates de Infinity War son un goce absoluto, un delirio visual cargado de furia, incertidumbre y desesperación. Por momentos, el combate en Wakanda se siente como los mejores momentos de Star Wars (elijan el episodio de su preferencia, detractores de The Last Jedi). Los Avengers no se guardan nada, llegando a límites insospechados para salvar al universo.

Y ese final... ¡pffft! La espera hasta Avengers 4 va a ser eterna...



VEREDICTO:  9.5 - AVENGERS FOREVER AND EVER

Marvel Studios la tiene tan pero tan clara en esto que, por encima de los combates más épicos del año y que literalmente todo el universo está en peligro, lo mejor de Avengers: Infinity War son las interacciones entre sus protagonistas, los roces, las confesiones, los pequeños momentos. Hay muchísimas cosas que podrían haber resultado desastrosas en un proyecto de esta magnitud, con más de 20 héroes en pantalla (sobran ejemplos de ello mirando a otros estudios). Y sin embargo, acá salen todas majestuosamente bien. La película de los Hnos. Russo es el modelo a seguir de cómo una visión clara y definida de sus protagonistas siempre esclarece el panorama, por más guerra del infinito que se tenga por delante.


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