Pregunta rápida: ¿pueden ubicar en un mapa dónde queda el Líbano? Si tu primera reacción fue decir "No, ¿qué es esto? ¿La clase de Geografía otra vez?", quedáte tranquilo. Antes de ver El Insulto, yo tampoco sabía dónde estaba. Ahora sé que se encuentra al norte de Israel, al oeste y sur de Siria, y tiene al Mar Mediterráneo a su lado. De manera para nada sorpresiva, es el país con la mayor cantidad de refugiados per capita, la mayoría de los cuales se encuentran en la capital de la nación, Beirut.
Ahora bien, no es que esto se diga explícitamente en El Insulto. Esta no es una película de Hollywood que se sitúa en un país extranjero, tirando cifras y estadísticas para tratar de capturar la realidad de su sociedad. Se trata de una coproducción francesa/líbanesa dirigida por Ziad Doueiri, quien claramente tiene su dedo en el pulso de su tierra natal.
¿Quién no ha perdido la paciencia y se ha metido en graves problemas? Pero las cosas no son tan fáciles para Kamel El Basha, en El Insulto. |
La película comienza de manera muy simple: Yasser (interpretado por Kamel El Basha) es un refugiado palestino que trabaja de capataz en una construcción. Cuando descubre que el desagüe de un departamento está perdiendo agua, se dispone a repararlo, pero sus intentos son frustrados por el dueño del departamento, Tony Hanna (Adel Karam), un mecánico que es un ferviente defensor del partido conservador cristiano libanés.
Frente a su obstinación, Yasser le dice a Tony Hanna que es "un maldito idiota"; pero éste no es el insulto al que se refiere el título. El improperio es de parte de Tony Hanna, y es una burla a la condición de refugiado de Yasser. Aquí es donde la disputa entre el cristiano y el palestino comienza a crecer de manera incontrolable, llevando a un juicio que atrapa la atención de todo el país.
Adel Karam busca revancha, pero los motivos no son tan claros como él piensa. |
El guion escrito por Doueiri y Joelle Touma es casi perfecto en la forma que va evolucionando, de una simple discusión con tintes raciales a un asunto de estado que reverbera por toda la sociedad. El Basha recibió el Copa Volpi al Mejor Actor en el Festival de Venecia, pero el que se roba la película es Karam, quien construye un personaje tan obstinado en sus creencias ridículas que no podemos evitar empatizar con él.
Su nominación al Oscar a Mejor Película Extranjera estaba más que merecida: Doueiri, quien empezó su carrera siendo asistente de cámara de Quentin Tarantino, se revela aquí como uno de los cineastas sociales más talentosos del mundo. El Insulto es la clase de película que te hace querer averiguar más sobre las problemáticas de su mundo particular, porque en el fondo te das cuenta que ese mundo no es tan particular. Esa sociedad se parece mucho a la nuestra, y eso es algo que el cine capta mejor que todas las otras artes.
VEREDICTO: 9 - CULPABLE (DE SER UN PELICULÓN)
El Insulto parte de tensiones sociopolíticas muy específicas para construir un sorprendente relato que sobrepasa las barreras del lenguaje. Excelente elenco, guion y dirección. Especialmente recomendada para los amantes de los dramas judiciales.
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