Cualquier artista, no importa de qué rubro sea o cuánto talento posea, se enfrenta a la misma pregunta tarde o temprano: ¿cuándo hay que decir basta? La mayoría de ellos, ya sea porque les sobra energía o porque necesitan ganarse la vida, trabajan hasta que se caen. Otros no llegan tan lejos: eligen una parada donde bajarse del tren, seguros de que ya han viajado lo suficiente. Siempre es una sorpresa cuando un gran artista se retira. Conlleva algo de tristeza por ya no poder ver más nuevos trabajos; pero también es un pequeño momento de celebración, por todas las grandes obras que dejan atrás.
Ayer anunció su retiro de la actuación uno de los gigantes del oficio: Daniel Day-Lewis. En un comunicado para la prensa, sus managers declararon:
[Daniel] Se siente inmensamente agradecido con todos sus colaboradores y el público que lo ha acompañado durante tantos años. Esta fue una decisión personal y ni él ni sus representantes harán más comentarios sobre el asunto.
Y ahora, ¿quién beberá nuestra malteada? [snif] ][snif] ¿QUIEEEÉN? |
Day-Lewis hizo su debut en cine en Gandhi en 1982, y desde entonces no paró hasta convertirse en uno de los actores más dedicados y respetados de la historia. Se lo conoce por su intensa preparación antes del rodaje, que lo lleva a literalmente vivir como su personaje, y gracias a la cual ha ganado tres Oscars al Mejor Actor: por My Left Foot: The Story of Christy Brown, en 1990; por There Will Be Blood, en 2008; y por Lincoln (el último film que protagonizó), en 2013. En este momento se encuentra filmando una nueva película con Paul Thomas Anderson (cuyo título, aún no confirmado, parece ser Phantom Thread).
En una de esas todo esto es una falsa alarma, como cuando Joaquin Phoenix fingió retirarse para convertirse en rapero. Sea lo que sea, Danielito, te bancamos.
Para más noticias sobre los famosos que nos rompen el corazón, ¡no se despeguen de La Cuarta Pared!
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