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la cuarta pared

jueves, 5 de agosto de 2021

Review: EL ESCUADRÓN SUICIDA


By on 4:37 p.m.

Aún recuerdo el momento en el que vi los dos primeros avances de Suicide Squad (sin el "The"), allá por julio del 2015 y enero del 2016. Hasta el día de hoy, el tráiler oficial, el que está musicalizado con "Bohemian Rhapsody", me sigue pareciendo uno de esos tráilers ideales; no solo por el perfecto montaje y sincronización entre imagen y sonido, sino también porque cumple el verdadero objetivo de un tráiler: venderte algo que muy posiblemente el producto final no cumpla, llenarte de expectativas que quizás después no se satisfagan.


Me acuerdo estar muy, muy entusiasmado por verla. Me parecía genial que DC "se la juegue" y salga con una película protagonizada exclusivamente por villanos, distanciándose un poco de la imagen más family friendly de Marvel Studios/Disney (y no, no tengo nada en contra de Marvel, al contrario; simplemente disfruto de la amplia variedad del género). David Ayer era un director interesante, había disfrutado algunos de sus trabajos previos. Esto tenía que funcionar, ¿cierto?


Y sin embargo, bueno... pasaron cosas. Más allá de algunos aciertos, en especial en el casting (con una actriz del calibre de Viola Davis como Amanda Waller, y ni hablar de Margot Robbie como Harley Quinn... ¡perfecta!), y algunos personajes y diseños que terminé disfrutando (confieso que Captain Boomerang me cayó muy bien), la película hacía agua en demasiados frentes. Un primer acto que parecía editado por un estudiante de cine con serios problemas de ansiedad, un tono inconsistente, una villana que parecía sacada de un musical de Flavio Mendoza, etc. Pero lo que más me decepcionó es que todo se sentía como... una enorme oportunidad desperdiciada. Otra más. Como era ya previsible en ese momento, Suicide Squad fue vapuleada tanto por la crítica como por los fans (y acá me mantengo hablando sólo del corte cinematográfico que todos vimos, no del teórico "Ayer Cut").


Un par de años después, mientras se mareaba solo en su habitual calesita de decisiones, Warner Bros. se encontró con la sorpresa de que Disney había despedido a James Gunn de Guardians of the Galaxy Vol. 3, "pequeño" escándalo mediante. Antes de que la factoría del ratón se arrepintiera (lo cual, por supuesto, terminó haciendo), WB y DC se comunicaron con el director de inmediato (¡a los tres días!) para ofrecerle... bueno, lo que quisiera. Gunn barajó las opciones que más le interesaban (a excepción de Batman, que ya estaba siendo desarrollada por Matt Reeves), y pensó que una nueva película del Escuadrón Suicida era la que más se acercaba a sus sensibilidades como cineasta y a sus gustos personales, siendo un viejo fan de los cómics originales.


La doble pregunta que surge entonces es: ¿Hizo bien Gunn en cruzarse momentáneamente a la vereda de la Distinguida Competencia? ¿O debería haberse quedado escuchando música ochentosa por la galaxia?


Todos están esperando que termine la introducción y empiece la reseña de una vez...

Para comenzar, y para quienes sostenían -basándose exclusivamente en los avances previos- que The Suicide Squad es "la Guardianes de DC pero con sangre", quizá en paaarte tengan razón. Una parte muy pequeña, pero no por ello menos cierta e importante. James Gunn creó una película en torno a un grupo de inadaptados, con personalidades e historias bien definidas (incluyendo a un "bicho" grande y tonto, con lenguaje limitado), y una importante cuota de humor. Dicho de otra manera: es claramente una película escrita y dirigida por James Gunn. Su estilo se percibe desde los primeros minutos, como debería ser.


Y es justo ahí, en esos primeros minutos, donde se revela en qué se diferencian el Escuadrón y los Guardianes. Desde la primera escena de acción, apenas empezada la película, es evidente por qué jamás esto podría salir bajo el sello Marvel/Disney: la acción es brutal, sangrienta, sin concesiones. Imagínense la escena del desembarco en Normandía en Rescatando al Soldado Ryan pero con supervillanos. ¡Y eso es sólo el comienzo!


Pero Gunn no se conformó simplemente con la libertad que le ofrecía una clasificación "R" (aunque créanme que la aprovecha de punta a punta). El realizador armó una historia sencilla pero coherente y fiel al cómic creado por John Ostrander en 1987, cuando debutó la encarnación moderna de la denominada Fuerza Especial X: el grupo de villanos debe infiltrarse a un país tercermundista regido por una dictadura para sacarle las papas del fuego al gobierno norteamericano. Por supuesto todo se complica y hay más de un giro que no voy a spoilear, pero la síntesis de la historia es esa. Simple y al grano, ¡nada de subtramas románticas esta vez!


La diferencia en cómo se desenvuelve esta Harley vs. la de Birds of Prey es abismal.

Tal como hizo con los Guardianes, Gunn le brinda a cada miembro del escuadrón, incluso a aquellos que menos minutos tienen en pantalla (ya tienen claro que van a ver morir a MUCHOS de los personajes del póster, ¿cierto?), su momento, "su escena" (¡siempre estarás en nuestros corazones, Milton!). Ya sea mediante la definición de la personalidad del personaje un pocas líneas de diálogo, desde el humor preciso y bien ubicado, o -sorpresivamente para una película con semejante grado de violencia- desde la emotividad. No esperaba empatizar con personajes como Ratcatcher 2 (el alma de la película), Polka-Dot Man, o King Shark. Y, sin embargo, es precisamente lo que ocurrió. Sí, me emocioné. Con King Shark.


Pero por más bueno que sea un guión, si no tiene a las personas indicadas para interpretar esas emociones en pantalla, no sirve de nada. Afortunadamente, Gunn vuelve a dar en el clavo con el elenco del film, ya sea aquellos que vuelven de la primera entrega o quienes se incorporan ahora: Viola Davis vuelve a demostrar lo jodida que es Amanda Waller en un intenso cruce con Bloodsport; Joel Kinnaman encuentra a su Rick Flag frente a una difícil decisión; y Margot Robbie muestra su mejor versión de Harley hasta ahora, por lejos (se nota que Gunn se enamoró del personaje, le da una escena increíble). Por el lado de las flamantes incorporaciones, el Bloodsport de Idris Elba tiene la intensidad y la presencia que el Deadshot del bonachón Will Smith jamás consiguió exhibir; John Cena es ideal para un personaje con la moral retorcida de Peacemaker; y tanto Daniela Melchior como David Dastmalchian, como Ratcatcher 2 y Polka-Dot Man respectivamente, brindan interpretaciones con las que el espectador conecta a nivel humano.


Desde el lado visual, The Suicide Squad tiene un tono consistente y crudo, por momentos similar a algún clásico film bélico de los '70 y diametralmente opuesto al cocoliche de su predecesor. Los efectos visuales son, en su gran mayoría y tal como prefiere el director, del tipo práctico. Y en aquellas situaciones donde es imperativo recurrir a los efectos digitales, el resultado es impecable. Las texturas que posee King Shark en sus primeros planos son fascinantes, mientras que la imagen de un Starro gigante arrasando una ciudad oscila entre aterradora y graciosa (¡camina casi como un bebé!).


Quizá lo único que no me terminó de convencer... y reconozco que estoy escarbando un poco... es el soundtrack. Como fan absoluto de los "Awesome Mix" de ambas entregas de Guardians of the Galaxy (los escucho casi de manera religiosa), esperaba con ansias conocer qué canciones habría elegido Gunn esta vez. Y si bien no es un soundtrack malo en sí, no hay nada fuera de lugar, no hubo ninguna canción que me haga decir "Uh, en cuanto llegue a casa tengo que buscar esa...". Lo cual me descolocó un poco, porque eso sí me ocurrió con varias canciones que no conocía y descubrí gracias a Star-Lord y su mamá.


No se suspende por lluvia.

Nobleza obliga agregar algo, antes de cerrar: así como muchísimas veces hemos criticado a Warner Bros. por sus incomprensibles decisiones respecto al DC Expanded Universe (que hoy Cavill sí, que mañana Cavill no), escribiendo furiosos comentarios en las redes sociales desde la comodidad de nuestro inodoro, hoy también debemos reconocer esto: aún si hubiera sido tan sólo para mojarle la oreja a Marvel, la incorporación de James Gunn fue un acierto inmenso, que le otorga al DCEU un aire fresco y renovado. Pero fue un acierto porque lo dejaron elegir el proyecto y realmente no le pusieron ningún tipo de limitación ni quisieron editarle nada en post-producción. Uno no tiene más que ver o leer las cientos de entrevistas que dio Gunn sobre el film para percibir el grado de satisfacción y entusiasmo que tiene el director por el trabajo final. Es absolutamente contagioso. Ahora está en cada espectador saber si disfruta del "estilo Gunn" o no.

Por mi parte, no tengo la menor duda de que esta fue la mejor decisión, a nivel dirección, que tomaron Warner Bros. y DC Films: James Gunn + Escuadrón Suicida son la pareja cinematográfica perfecta.



VEREDICTO:  9 - SUICIDA SERÍA NO VERLA EN CINE

Si estaban buscando una razón que los lleve a sentarse de vuelta en una sala de cine... no busquen más, la encontraron, eesta. James Gunn logró una película ques 100% Escuadrón Suicida y, a su vez, 100% James Gunn: sin restricciones de ningún tipo, con un tono y personajes bien definidos, irreverente, muy violenta, y -de manera sorpresiva- hasta emotiva por momentos. EEscuadrón Suicida es todo lo quel film del 2016 quiso ser y nunca pudo/supo lograr, posicionándose de inmediato entre lo mejor del DCEU.


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