Review - AVENGERS: INFINITY WAR

A mediados del año pasado, cuando Marvel Studios participó de la San Diego Comic Con, había anunciado que hasta que no aconteciera Infinity War no podían contar detalles sobre los próximos proyectos de la empresa (cronológicamente hablando), dado que la tercera entrega de Los Vengadores era trascendental para todo lo que se viene en el MCU (Universo Cinematográfico Marvel).

Después de 10 años de historias, 18 películas, 2.300 minutos de metraje, 38 horas de contenido, 28 minutos de escenas post-créditos, más de 3 mil millones de dólares en presupuesto y más de 14 mil millones en recaudación global, el fin de la Fase 3 del MCU no podía quedarse con chiquitajes.

El film dirigido por los hermanos Joe y Anthony Russo gastó 300 millones en hacerse (es la segunda película más cara de la historia del cine) y el crossover más grande visto hasta ahora, con por lo menos 32 actores de primera línea en el elenco. Con toda esta previa, podríamos decir que el proyecto era muy ambicioso y no defrauda en absoluto.

Avengers: Infinity War es un desenfreno de batallas con una épica que combina todos los condimentos, porque nos pone a un villano, Thanos (interpretado por Josh Brolin), que desentona con sus antecesores, con motivaciones muy particulares, y que deslumbra en cada aparición en pantalla por sus rasgos visuales y la profundidad de sus diálogos. Sin duda no pasa desapercibido.

Thanos y su primera aparición en The Avengers, en 2012, antes del bótox.

A todo esto, ¿de qué la va? El titán loco (que vimos en algunas escenas post-créditos y principalmente en Guardians of the Galaxy Vol. 1) busca juntar las Gemas del Infinito para adosarlas a su guante y conquistar así el universo. Pero los Avengers (Iron Man, Thor, Capitán América, Spider-Man y compañía), junto con sus aliados espaciales, harán todo lo posible para evitarlo.

La cinta comienza desde el instante preciso que nos dejó Thor: Ragnarok, con el pueblo asgardiano yendo a su exilio en la Tierra, y Thanos junto a sus súbditos invadiendo la nave en la que están escapando. Todas las batallas son épicas, las interacciones de personajes que no habíamos visto juntos hasta ahora son increíbles, algunas muy graciosas y otras que "prometían" no se quedan atrás en cuanto a egos y choques de personalidades (párrafo aparte para los cruces de los "Sherlocks", Robert Downey Jr. y Benedict Cumberbatch).

Hay varios easter eggs, incluyendo algunos que increíblemente habíamos olvidado de la Fase 1 del MCU, y vemos las historias de amor que se vienen desarrollando a lo largo de esta saga; hasta ese beso que tanto se hace desear sucede porque en el clamor de la guerra tal vez esos héroes no retornen, épica que le corresponde a una lucha por el destino del universo.

Doctor Strange, Iron Man, Hulk y Wong enfrentando a los invasores.

El punto flojo de la cinta es la falta de profundidad de algunas situaciones o resoluciones de conflicto muy escuetas para temas difíciles, pero con más de 30 actores en casi 2 horas y media de duración, parece imposible hilvanar todas las puntadas.

No se pierdan la escena (sí, una sola) post-créditos, de las mejores que hemos visto hasta ahora. Por último, en esta entrega hay una clara decisión de parte de los realizadores de la saga: hasta ahora no habíamos visto quiénes son los héroes más poderosos,  pero finalmente sabremos, de una buena vez por todas, quiénes son los Avengers que están un escalón arriba por encima del resto, esos que le hacen frente a la amenaza más grande que nos trajo el MCU.

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VEREDICTO:  8 - UNA GUERRA TITÁNICA
                              (¡En tu cara, James!)

¡Ponga huevo Avengers, que a Thanos cueste lo que cueste le tenemos que ganar! Los Hermanos Russo gastaron 300 millones de dólares en crear la batalla más épica del Universo Marvel, abriendo varios interrogantes para lo que vendrá. Avengers: Infinity War son dos horas y media sin respiro.