El miércoles estaba planificado como un día un poco más "comercial". Si bien el festival es una excelente ventana para ver películas difíciles de conseguir, no puedo perder el foco que estoy cubriéndolo para un medio y a veces tengo que ir a funciones que no elegiría por motus propio. A La Batalla de los Sexos podía esperarla, no moría por verla (afortunadamente la disfruté mucho). Y de Coco no esperaba mucho, sobre todo después de haber odiado Moana el año pasado, y la terminé sintiendo como un cachetazo.
Llegaba la noche en el Paseo Aldrey, donde había estado desde el mediodía y, con la presencia del director, largaba Behind the Dark Knight, en el marco de la sección dedicada al cine coreano. Es una especie de Super 8 con adolescentes fans de Christopher Nolan que quieren hacer una continuación o versión propia (no lo tienen del todo claro) de The Dark Knight. Y la verdad que la película me fascinó, probablemente porque también amo a Nolan y a Batman, incluso mi gato se llama así (mi desafío del festival era nombrarlo de manera no forzada en una nota, lo acabo de hacer). Los protagonistas son mucho más ñoños que cineastas, y todo su entusiasmo, amor y pasión llena de carisma una aventura llena de inoperancia, pero con un resultado maravilloso.
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| The Dark Cat Rises. |
Más tarde fue el turno de Sicilian Ghost Story, inspirada en la historia de Giuseppe, un adolescente secuestrado por la mafia siciliana, al que tuvieron cautivo mucho tiempo, luego estrangularon y disolvieron en ácido. Si bien la temática es fuerte (¿te parece?), la película toma el punto de vista de su compañera, quien atraviesa problemas de conducta, tensiones familiares e incluso intentos de suicidio por buscarlo sin darse por vencida. El tono, que mezcla elementos policiales, de drama y fantásticos, con fuerte hincapié en el mundo onírico y la confusión de la protagonista entre realidad e imaginación, logra un relato atrapante que sin dudas te deja un sabor amargo.
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| Los fantasmas sicilianos no tienen nada que ver con Casper. |
No llegaba a ninguna función de medianoche en el Ambassador, mis proyecciones favoritas. Por cierto, sobre este complejo traigo a colación la solución a algo que había planteado el año pasado. La Sala 1, de planta baja, es una de las más grandes, tiene una pantalla enorme, pero muy poca pendiente en el piso. Si a esto le sumamos que la mayoría de las películas incluye los subtítulos en otra pantalla por debajo de la imagen, las posibilidades de ver y leer bien disminuyen mucho. Este año descubrí que para ver bien todo, sin depender de que no se te siente alguien alto delante, te tenés que sentar en las butacas laterales, o pegado al pasillo, o pegado a la pared. Este consejo es más importante que no tocar nada si viajan en el tiempo, recuérdenlo.
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