Desde que el cine es cine, uno de los mayores aliados del director ha sido el director de fotografía. Su trabajo, en caso de que no lo sepan, consiste de asegurarse de que la película se vea copada. Es una labor que mezcla lo técnico con lo artístico, y requiere de un profesional que sepa todo lo que haya para saber sobre lentes, iluminación, filtros y cámaras para darle vida a cualquier película. Ningún director normal puede trabajar sin un buen director de fotografía.
Pero Paul Thomas Anderson no es un director normal. Lo muestra el hecho de que su próxima película (que aún no sabemos cómo carajo se llama) sea quizás la más esperada del año. Sabemos que no solo será su reencuentro con Daniel Day-Lewis, sino que será la última película del gran actor, quien hace poco anunció su retiro. Y ahora resulta que PTA va a ser su propio director de fotografía en su nueva película (que tal vez se llame Phantom Thread o tal vez no).
Can't touch this, a menos que seas Paul Thomas Anderson. |
Así es, estudiantes de cine. Levanten sus mandíbulas del piso. El director de There Will Be Blood y Boogie Nights demuestra que tiene huevos, encargándose del resultado final de la imagen de su filme. Esta inesperada decisión surgió luego de que Robert Elswit, quien ha sido el director de fotografía de casi todas sus películas, no estuviera disponible para filmar su nueva obra. Al parecer, PTA ya había considerado hacer este importante cambio en sus dos trabajos anteriores. Un colaborador cercano al director le contó a Indiewire que Anderson "es el director que más sabe sobre cámaras que conozco, y eso siempre ha sido aparente desde el principio".
Nunca pensé que estaría tan emocionado por ver una película sobre moda en los años '50s. Phantom Thread (o cómo poronga se llame) se estrenará en diciembre de este año.
Para más noticias sobre la lenta muerte del cine, ¡no te alejes de La Cuarta Pared!
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