José Celestino Campusano es casi un infaltable en este festival. Vikingo, Fango y Vil Romance son algunas de las películas con las que pasó por diferentes competencias. Siempre con micro-relatos de sectores expuestos a la violencia social y trabajando con actores no profesionales, tiene una impronta autoral fácilmente reconocible. En esta propuesta, traslada la acción a un penal en el Sur y no falla.
Nehuén Puyelli (El Chino Aravena) es el curandero de un pueblito y está acusado de haber envenenado a una anciana. Nunca se pone en tela de juicio su inocencia o su culpabilidad, sino que el foco es puesto en los hechos que se desarrollan cuando llega al penal. Se corre la bola que abusó sexualmente de un menor, lo que lo pone en la mira de algunos matones que lo quieren convertir en "su puta". Teje una especie de alianza con Ramón Arce (Damián Ávila), a quien le falta poco para terminar una larga condena y le brinda cierta protección, trato que zozobra cuando llega al penal el hijo de Henderson (Emanuel Gallardo), integrande de una de las familias más poderosas de la región.
A través de la historia de Nehuén, el director logra adentrarse en temáticas verídicas en estas zonas, construyendo un mundo tan devastador para los desprotegidos como real: corrupción judicial y policial, brechas entre los estratos sociales, violencia en todas sus forma e incesto son algunos de los fantasmas que acosan a los pobladores.
Nehuén, con un carácter calmo, místico, librado a su suerte, profesa una gran valoración hacia sus antepasados autóctonos y no deja de invocar su sabiduría cuando lo cree necesario, insinuando que si se tiene una entereza moral y espiritual como la de los suyos, cualquier problema tangible es meramente circunstancial. Es su fe, más visible en pequeñas frases o actitudes que pregonada a viva voz, lo que lo mantiene entero en las injustas circunstancias que le toca vivir. Porque si bien no se abre el debate sobre lo que haya o no hecho, tiene una especie de aura ancestral que lo coloca más allá de los demás personajes.
El Sacrificio de Nehuén Puyelli es un drama fuertemente anclado en las tragedias cotidianas de determinadas minorías. Pero, tal como el director nos tiene acostumbrados, el relato no se deja vencer por el fatalismo y abre una pequeña luz de esperanza en la humanidad. Fue anunciado al finalizar la proyección que la película saldrá a salas comerciales en breve, por lo que sin dudarlo un instante recomendamos acompañarla. Campusano es un excelente narrador, tan bueno que si no te interesa la temática, la película te atrapa de todos modos.
(Para toda la cobertura del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata,
seguí atento a La Cuarta Pared)
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