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la cuarta pared

martes, 10 de febrero de 2015

Estos no son ningunos muertos: volvió THE WALKING DEAD


By on 12:11 a.m.



Luego de esos meses que parecen interminables, hoy volvió a las pantallas locales The Walking Dead, para retomar así su quinta temporada con el episodio titulado "What happened and what's going on". La pregunta entonces es... ¿qué pasó?

Ya desde la primera secuencia, precediendo a los créditos, notás algo... distinto: imágenes de una cualidad casi onírica, fragmentos de sucesos que ¿ocurrieron o van a ocurrir?, visiones de gente ya fallecida, reflejos de sol y carreteras abandonadas que se pierden en el horizonte, todo acompañado de una melodía de desesperanza (muy bonita entre toda su pesadumbre, vale mencionar). Como dije, la secuencia se destaca como un recurso pocas veces visto en la serie.

Ya pasados los créditos, la historia retoma (asumimos) poco después del mid-season finale, en un clima de mierda y bajonero, habiendo perdido a ese personaje de manera tan sorpresiva (no, por las dudas que alguien no lo haya visto todavía no voy a decir de quién se trató). Noah, el negrito que Beth conoció en el hospital, convence a Rick de viajar unos km. hasta su hogar, una especie de barrio privado en medio del bosque, con la esperanza no sólo de reunirse con su gente sino también de encontrar un nuevo lugar seguro donde quedarse. Es así como, junto a Glenn, Tyreese y Michonne, viajan todos de paseo en un auto feo pí pí pí.

Al pedo, porque obviamente ya están todos muertos. Rick y Glenn (los dos "históricos") se encuentran bastante golpeados anímicamente tras los últimos acontecimientos, y es Michonne (no siempre el alma más alegre del grupo) justamente la que tiene que ponerse la camiseta y tratar de levantarles la moral para que no se rindan.

A partir de acá... y por algo que no puedo contar... toda esa secuencia media onírica del comienzo se profundiza y expande, con aún más visiones de personajes ya fallecidos. El tema que atraviesa todo el capítulo es hasta dónde uno debe aferrarse a la vida y pelear contra algo que, si antes era inevitable, ahora lo es un millón de veces más (hablo de morir, chicos). Todas estas escenas (que por momentos me hicieron acordar a los sueños que tenía el querido Tony Soprano) están muy bien realizadas, una especie de sueño trágico, con algunos "despertares" que te hacen mantenerte atento (¡seguís estando rodeado de zombies, chabón!) y un gran momento en particular donde, si te descuidaste 2 segundos para cortar la carne... cagaste, te lo perdiste.

Hasta los zombies están con eso del selfie stick...

Como es de suponerse, el episodio termina como el culo. Porque si hay una serie que no te va a dar nunca una mínima cuota de esperanza, es The Walking Dead; los tipos se la pasan yendo de Guatemala a Guatepeor. Creo que lo único peor que les podría pasar es que se hagan todos hinchas de Vélez.

Para cerrar, este regreso tras vacaciones es muy pero muy bueno. Atmósfera de desesperanza sumamente efectiva, buena banda sonora de esa que te bajonea "pero bien", imágenes casi oníricas (dentro de lo que es un apocalipsis zombie, claro), un par de momentos sorpresivos en los que no podes pestañear, y una excelente dirección por parte de Greg Nicotero. Sin dudas, uno de los mejores episodios de las últimas temporadas.

Atenti, porque si el resto de la temporada mantiene esta calidad (especialmente en la dirección y fotografía), puede terminar siendo una de las mejorcitas hasta ahora.

Festejando que... el mundo puede haberse ido al tacho,
pero por lo menos no son hinchas de Vélez.

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